GEMELOS

3. Williams West

6 de Octubre, 1993

Un día bastante normal, con un sol brillante, de esos que muy pocas veces se asomaba a Ockland, un hermoso día bastante alegre para una pareja a punto de unir sus vidas.

— ¿Estás seguro de qué quieres hacer esto? — Pregunta Lilieth.

— Claro que sí, ¿Por qué no? Eres el amor de mi vida.

— No podemos casarnos... ¿Qué dirán tus papás?

— No nos podemos casar aquí, pero podemos escaparnos...

— No lo sé Andy, es muy riesgoso...

— No te preocupes, tengo todo solucionado.

— ¿Ah sí? ¿Cómo?

— Tengo un amigo que tiene un bote, le puedo pagar mucho dinero y nos puede sacar de aquí.

— ¿Estás seguro de ello?

— Sí, lo estoy, pero, hay un problema Lilieth

— ¿Cuál? — Pregunta casi que sin aliento.

— Debe ser en toque de queda...

— ¿Qué? No, cómo se te ocurre, eso ni pensarlo.

— ¿Qué le diremos entonces a los Peyton? Sabes que no podemos salir de Ockland siendo menores de edad...

— Esto es una locura Andy, no podemos hacer esto, es muy riesgoso...

— No te preocupes. — Andy toma el rostro de Lilieth delicadamente. — Mi amigo dijo que sabía hacer estas cosas, todo estará bien, confía en mi, ¿Sí?

— No quiero que te pase nada, temo por ti y por mi, yo confío en ti, pero tengo miedo de lo que pueda pasarnos. — Dice entre sollozos.

— Te amo Lilieth, sabes que no podemos esperar a ser mayores de edad porque mi familia se comprometió con los Adams por cuestiones de honor y yo no me puedo casar con Amarís, es bella, pero no es la mujer a quién amo, te necesito es a ti... — Andy la mira con lágrimas en los ojos. — ¿Te vas conmigo Lilieth?

— Yo te acompaño hasta la muerte si es necesario, con tal de que sea contigo, no me importa lo demás...

Andy planta un beso dulce y delicado en Lilieth y luego se abrazan.

— Te espero a las 8pm en la parte trasera el muelle, por favor no llegues tarde y sólo trae contigo lo que consideres necesario.

— De acuerdo... — Lilieth mira a Andy un poco angustiada. — Te amo...

— Y yo a ti princesa...

Es interesante como las cosas sucedían, la gente no preguntaba y los rumores no corrían, nada usual en un pueblo pequeño, lo común es "pueblo pequeño, infierno grande" pero en Ockland todo era diferente, había un misterio que nadie había desenmascarado, tantas preguntas al vacío, tantos acertijos y varios laberintos sin tener inicio o final.

El 6 de octubre es considerado el día de la miseria en Ockland, el día de mala suerte.

Eran las 7:50pm y el cielo estaba bastante oscuro, el mar se encontraba sereno y tranquilo y corría una fuerte brisa abrazadora por las calles cerca al muelle, una pareja estaría destinada a un excelente futuro, lleno de amor y locas aventuras, serían felices juntos, sin preocupaciones, sin padres que los quisieran separar, sin un tormentoso pueblo y sus gobernadores.

Bueno, eso era lo que Andy Williams y Lilieth West esperaban esa noche cuando decidieron incumplir el toque de queda, para su infortunio, era de 6 de octubre de 1993.