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- Me adivirtieron que así moriría ¿sabes? - dijo el anciano, riendo y tosiendo - Alguna vez fui como tu, un joven prometedor, una hermosa línea en blanco.

El muchacho sostenía un cuchillo, temblando de las ansias de usarlo. El viento besaba sus atractivas facciones.
-Te pasará lo mismo, niño -Continuo el anciano-. Y recordarás este suceso con la misma ironía con la que yo recuerdo mi gran momento de gloria.

El muchacho no pudo reprimirse y atacó como una bestia, enterrando el cuchillo frenéticamente en el pecho del anciano.

-Te pasará lo mismo, te pasara lo mismo- repetía el anciano entre carcajadas, mientras moría poco a poco, tirado sobre el suelo.

El año nuevo limpio su cuchillo, el cual aún conservaba la sangre de doce puñaladas. Se alejó perturbado, mientras las palabras del año viejo retumbaban en su cabeza.

                                       

CUENTOS PARA MONSTRUOS!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora