((🌺))' O14

950 123 51
                                    

grown up: incómoda sorpresa


Dos semanas. 

Habían ocurrido oficialmente dos semanas desde aquella vez donde estuve castigada. Donde JungKook me dijo que si era esto lo que pedí y, para ser honesta, la respuesta definitivamente era un rotundo no. Para nada. Ni siquiera lo anticipé y sonaba estúpido pero, tenía que admitirlo, a JungKook se le daba tan bien haber olvidado nuestro pasado tan rápido que hasta en cierto modo dolía. 

Su trato conmigo era completamente normal al de cualquier alumno ahora, me dirigía las palabras cuando era necesario, me llamaba por el apellido y ni siquiera lo veía en el edificio donde ambos vivíamos. A veces sentía como si hiciera lo mejor posible para evitarme, y aunque me disgustó en un principio, pensé que todo eso cambiaría, pero entonces los días pasaron hasta convertirse en semanas, y no sabría decir si ya le había agarrado la costumbre o simplemente decidí resignarme. Pensando que esto era lo correcto. 

Después de todo, ¿no lo era acaso?

Luego de aquella tarde en la escuela, las cosas entre WonHo y yo también cambiaron. Le confesé que ya lo sabía todo, y que lo mejor era dejar la relación ahí. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue que él se opuso, me dijo que le diera una segunda oportunidad, que estaba enteramente arrepentido y hubiera aceptado, de no ser porque, aquel día, entendí mis sentimientos. Y supe que ya no sentía nada por él. Habíamos quedado en ser amigos, pero en teoría esa promesa fue en vano. Porque no volvimos a cruzar palabras, WonHo con la excusa de que quería superarme y yo simplemente para asimilar que toda mi vida regresaba a la normalidad. 

Estaba en el centro comercial con mi madre. Había decidido acompañarla para realizar algunas compras de alimentos como un día cualquiera. Aún tenía el uniforme de la escuela puesto, pero realmente poco me importó porque de todos modos estábamos ya por irnos.

Agarré la baranda de la carretilla, avanzándola de a poco a medida que la fila se acortaba. Hasta que entonces la dulce voz de mi madre me sacó de las casillas, y fijé la vista en su pequeño rostro.

—Lisa, ve a comprar el ticket de estacionamiento. —avisó, una vez que la trabajadora pasaba con su pequeña máquina los productos. Asentí, obedeciéndole casi al instante y saliendo del supermercado.

Comencé a dar pequeños pasos por todo el centro comercial, pasando de tienda en tienda para encontrar el puesto de boleterías. Pero entonces, me detuve en seco al notar la imponente figura de JungKook.

El usual blazer y saco que siempre llevaba para la escuela esta vez había desaparecido. Sonreía, con el cabello levemente despeinado y no, no estaba solo.

Encontrarme a JungKook en un centro comercial que apenas quedaba a unos cuantos minutos de mi casa no era lo que en sí me sorprendía, porque tarde o temprano sabía bien que tenía que verle la cara fuera de la escuela.  Sin embargo, lo que sí no me esperaba que tuviera una compañía.

Y para ser más precisos, una chica. Pero no cualquier chica.

¡Era la maestra de ciencias!

Por un segundo incluso sentí mi corazón desfallecer por la tremenda imagen que tenía a mis ojos. Y es que ella tampoco llevaba su usual uniforme,  un lindo vestido floreado era lo que le acompañaba y aunque verla fuera de la escuela era extraño, tenía que admitirlo, se veía tan hermosa con algo tan simple que me sentí prácticamente como una pulga a su lado.

Hubiera sido una maravillosa correr, esconderme o desear que la tierra me tragase. Pero estaba tan estúpidamente embelesada por una imagen que me parecía casi irreal, y ni siquiera me di cuenta de los segundos que posiblemente me quedé viéndolos como una idiota.

grown up - lizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora