Camino entre calles que rebalsaban de oscuridad y silencio. Los faroles indistintos parpadean por falta de atención, o talvez ineptitud conciente. La luna se sofoca entre la noche. Mientas una cara se descompone entre carcajadas, lagrimas brotan de ojos vacios, un alma observa la cornisa y al mismo tiempo su mirada es devuelta por el lecho. Camino lento hacia un hospital, siento que me desmayare pronto por la sangre que va dejando un rastro rojo por la calle. Diviso luces rojas y azules destellando en el panorama, mis oídos perciben voces y gritos a lo lejos, lentamente caigo en rodillas, mi mano izquierda sigue tratando de cubrir mi pecho. Siento frio, pero indiscutiblemente siento alivio. 18 puntadas y daño a mi intestino quedo de saldo, pero mi físico parece haber recibido el menor daño, creo que mi mente se fue al caño. Tengo sed, el agua no me sacia, tengo hambre, la comida no me llena, tengo ansias que morfeo mismo no entiende, me he burlardo de ella y al mismo tiempo le deje un presente, retumba en mi mente. Un memento que recorre mis pensamientos, mi físico es agradable a la vista, mi actuación es merecedora de premios, me agrada como todos juzgan a un libro por la portada, sin mas todo queda como un hecho de que este mundo alberga gente sin alma.......
Entre grietas de claridad concluyo, que al verla me senti completo, como si la luna y las estrellas se fusionaran en un evento, fue asi como me abrio las puertas del reino. Por primera vez en mucho tiempo, un hombre la vio y se enamoró del infierno.