21

1K 150 1
                                    

La mañana estaba empezando, era 24 de Diciembre por la mañana, Felix se encontraba felizmente adornando una rosca de chocolate y unas cosas metidas en el horno comenzaban a desprender un dulce aroma. Mi cabeza dolía de tan solo imaginar que esta sería la primera navidad sin la presencia de Felix y eso me partía el corazón. Vaya, Bang, me haces mucho daño.

Después de unas horas me duché rápidamente para ponerme algo de ropa, no iba a tener una solitaria noche en la calle así que decidí ponerme algo divertido. Iría a un bar cercano que me haría olvidar todo lo que estaba pasando o eso pensaba yo.
Un pantalón negro, camisa negra de tirante con una encima transparente que sólo daba un toque estético junto con unas botas negras al tobillo. Atrevido pero bueno para esta nochebuena. Había perdido toda esperanza en pasar navidad con Chris o darle un regalo así que aquella caja que contenía su regalo decidí aventarlo por debajo de mi cama hasta el fondo, no debería salir al menos ahora. Cuando Felix estaba desprevenido salí corriendo de casa, un taxi ya estaba esperando y di la dirección del lugar lo más rápido posible.

Llegando al Bar me pude percatar que había algo de gente, no como lo habría normalmente pero era algo. El olor a cigarrillo se hacía notar tanto que llegué a marearme un poco.
Cuando me acerqué a la barra el chico que estaba frente a mi se me quedó mirando, mis ojos se enfocaron en él y sonreí. Su sonrisa en respuesta era probablemente la más tierna que había visto, después de la de Bang Chan, claro. Su cabello negro como la noche y un poco rebelde que lo hacía mirar tierno pero a la vez ardiente.

—Una cerveza.—Pedí amablemente y este chico asintió antes de ir por ella y dejarla al frente mío.

—¿Por qué un chico tan lindo pasaría noche buena en un lugar como este?—Preguntó el pelinegro.

—¿un chico cómo yo? No importa por que estoy aquí, solamente no podía quedarme en casa.—Dije con una sonrisa amarga en mi rostro. Las imágenes mentales de lo que podría estar pasando en casa causaban nauseas en mi ser así que decidí sacarle tema a ese chico.—¿Y por qué alguien tan lindo trabajaría hasta tarde aquí? Supongo que llegarás tarde a la cena familiar...—Digo con un tono de burla haciendo reír al contrario, y por primera vez en la noche me sentía cómodo.

You are.||BanghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora