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La luz entraba en el departamento del joven dormido, el día anterior estuvo lleno de trabajo, pero estaba feliz de a ver cumplido su sueño.

Un cachorro de color marrón se subió a la cama de su amo a lamer su cara, este sintió húmeda su cara que se levantó de sorpresa.

- ¡Holy! - exclamó mientras limpiaba su rostro.

Se estiró en su cama provocando que tronaran sus huesos, como rapero era cansado componer música y que llegaran al corazón de todos, pero es la carrera con la que siempre soñó.

- Bien Holy, vamos a dar un paseo mañanero - el cachorro respondió con un ladrido.

(...)

Ambos estaban en el parque dando un pequeño paseo, aún era muy temprano así que no había tantas personas, pero aún así llevaba un cubre bocas una gorra y unos lentes para proteger su identidad.

- Hacia falta salir un rato al parqué, estar en el estudio es sofocante.

- ¡Maldición voy tarde! - el joven Min giro hacia la voz y vio a un chico corriendo a toda prisa.

- Raro - siguió caminando junto a su acompañante.

El más bajo siguió corriendo pero sin querer se topó con este haciendo que sus lentes cayeran al suelo.

- ¡Lo siento, pero tengo prisa! - Yoongi pensó que lo reconocería de inmediato, pero el solo paso de largo.

- No hay problema - susurro viendo como corría el más chico.

Dulce rostro amargo ; ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora