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Un año.

Un año era lo máximo que ella pudo consentir, pero incluso ese pequeño permiso fue el mundo de alegría para los gemelos, estarían estudiando juntos todo un año, y si tenían suerte, Freddy despertaría algún poder en ese lapso de tiempo, entonces ellos se irían juntos al programa, y todo sería como debía ser.

La señora Fazbear tenía fe en la palabra de su hijo en la disposición de no usar sus poderes, y que además de eso, que sabría adaptarse bien a una vida con un ritmo más humano y normal, cosa que no difería mucho de la realidad, al tener un gemelo que debía seguir ese estilo de vida, y de haber sido criados de la forma más hogareña posible, el tedio de una vida mundana no era reto para Fred.

Así fue como los gemelos empezaron la primaria, Fred aprendió a leer de volada, el pequeño hablaba hasta por los codos, siempre tenía algo que decir, que puede resultar algo entrometido e impertinente, pero esos ojos llameantes de travesura no lo podía parar nadie, aun así, era muy flojo para la escritura, los dictados y copias eran su infierno personal, y trataba de escapar lo más que podía de esos molestos deberes, Freddy era todo lo opuesto, atento en su escritura, pero apenado a la hora de leer en voz alta, ese tipo de escenarios se daban mucho, era como si se pusieran de acuerdo en ser diferentes a todo y a la vez complementarse a la perfección.

Por la forma en que se subían al auto después de clase, cansados, sonrientes de ser libres, con su uniforme sucio de tanto jugar en el patio en receso, saludando a su madre y preguntando qué era lo que tenía pensado preparar para la cena, daban a todo un aire de ser una familia como cualquier otra, tanto que la señora Fazbear se confió de más, y se hundió en la cálida rutina, quizás la idea de Fred no era tan descabellada, quizás si podía integrase en la sociedad sin tener que ir a ningún programa especializado, y así sus dos retoños estarían juntos como tanto querían.

Sin embargo, la realidad se encargó de recodarle porque aquello había sido una decisión muy egoísta. Sólo se necesitó unos minutos, minutos bien contados, para darse cuenta de que había una cuenta regresiva hacía el caos.

Estaba sola en su casa, haciendo un postre que sus pequeños probarían encantados en la cena, tarareando una canción de sus tiempos, con aire risueño y feliz.

«INFORMACIÓN DE ULTIMO MOMENTO, LA POLICÍA Y MEDIOS LOCALES ESTÁN EN COMPLETO PÁNICO, LA PLAZA CENTRAL HA SIDO ATACADA POR UN GRUPO DE BOTS ARMADOS CON PROYECTILES DE ALTO CALIBRE, CREANDO DISTURBIOS EN LA POBLACIÓN CERCANA, SE HA ORDENADO LA EVACUACIÓN A LOS ALREDEDORES Y LOS HÉROES DE LA ZONA ESTÁN TOMANDO ACCIÓN EN ESTOS MOMENTOS»

Detuvo el tarareo, y giró su vista hacia la reportera.

«ENTRE ELLOS SE ENCUENTRA... un momento... se... SE NOS INFORMA QUE LA PRIMARIA DE PORD LAND TAMBIÉN HA SIDO INTERCEPTADA Y ARREMETIDA. HASTA LOS MOMENTOS NO SE TIENE CLARO SI LOS ATAQUES SON PROCEDENTES DE UN GRUPO ORGANIZADO O SI SON AJENOS A LOS DISTURBIOS CONCENTRADOS EN LA PLAZA CENTRAL, LAS VÍAS DE TRANSITO COMENZARON EL PROTOCOLO DE CIERRE Y SE EMPEZÓ APLICAR EL...»

El bol de vidrio lleno de glaseado se resbaló de sus dedos y sus ojos se abren con horror al ver las imágenes de la escuela prendida en llamas. Antes de soltar exclamación o grito alguno, el sonido del teléfono fijo reclama su atención de forma inmediata.

Para los gemelos fueron segundos, segundos lentos y arrolladores a lo desconocido ¿Qué podrían saber de qué su rutinario día seria arremetido sin piedad?

— ¿Catty, me prestarías tu color rojo para pintar mi coche?

La niña dejó de colorear su dibujo y se fijó en Freddy.

—No tengo rojo Freddy, se me ha perdido en casa, pero el azul también es bonito.

—Mmmh... —Consideró, y luego una sonrisa— bueno, ¿me lo prestas, por favor?

VULNERABLE | #HeroFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora