❁Cαρíтυℓσ 34❁

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Ilusiones y trampas

-¡Kya, una rata!- gritó el menor de edad, así había sido todo el camino, tuvieron que ir por las alcantarillas como parte del plan y ya que últimamente a los soldados de Ryūkamanari se les daba por aparecer desde el centro de la tierra, ésta era u...

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-¡Kya, una rata!- gritó el menor de edad, así había sido todo el camino, tuvieron que ir por las alcantarillas como parte del plan y ya que últimamente a los soldados de Ryūkamanari se les daba por aparecer desde el centro de la tierra, ésta era una gran estrategia.

-Guarda silencio Sota, si vas a estar así hubiera sido mejor que te quedaras en tu casa, hasta que tu madre regrese- regaño el hanyou más alto, el preadolescente tomó aire y trató de calmarse, debía ser fuerte o no sobreviviría ni un segundo más ahí dentro.

-Tío, se ve que estás dispuesto a hacer cualquier cosa por ella- comenta la otra hanyou con una sonrisa y provocando que el mencionado esquive su mirada, con un leve sonrojo.- siempre que podías me hablabas mucho de ella y debo admitir que moría de curiosidad por conocerla. Es una gran chica, lo pude comprobar los pocos días que estuve a su lado y se que podrás protegerla aunque Tessaiga ya no esté.

Miró de reojo a su sobrina y soltó uno de sus famosos "¡Ket!", fue lo único que puedo decir en ese momento, era bueno saber que por lo menos alguien confiaba en sus habilidades. No importa que esa arma poderosa no esté más, enfrentaría a Ryūkamanari y salvaría a su amada, no podría seguir viviendo si algo le pasaba a Kagome.

Una vez que todos confirmaron su posición a través del woki toki, esperaron pacientemente la señal para atacar y evitaron hacer cualquier movimiento sospechoso, habían muchos soldados ryū en cada entrada, debían ser cautelosos.

-Ahora- indicó Sesshomaru y el infierno se desató, por así decirlo, esperaban que éste fuera el último enfrentamiento contra Ryūkamanari, poder finalmente dar un cierre a ésta larga guerra. Al mismo tiempo atacaron, desde los puntos asignados a cada quién y en cuestión de segundos, toda la Mansión Himura se volvió todo un caos.

-¡Enemigos a la vista!- alertó uno de los vigilantes de la entrada principal, al ver dos figuras conocidas aproximarse y enseguida los rodearon.- ¡Hagan lo que tengan que hacer, pero no permitan que avancen!

-¿Listo para la acción, tío Inuyasha?- cuestionó la hija de Sesshomaru, mirándole con una sonrisa confiada y de inmediato desenvainando su espada Tetsusaiga. Sota, por otro lado, permanecía atrás ellos.

-Ya sabes que sí- esboza una sonrisa también y alista sus garras, los sirvientes con recelo se acercaron más y trataron de herirlos con sus armas, pero obvio que no lograron su cometido.- ¡Garras de acero!

-¡Viento sagrado!- la hanyou de menor estatura pulverizó de un solo ataque a los enemigos, se ve que estuvo practicando bastante.- ¿Todo bien, Sota?

-S-Si...- respondió con un gran sonrojo el chico, mirando maravillado y asombrado al mismo tiempo, a la peliplateada.

-Bien, andando. No hay tiempo que perder- apresuró hijo menor de Inu No Taisho y continuaron avanzando, abrieron la imponente puerta de metal y notaron que todo estaba muy oscuro, no se podía distinguir casi nada.

𝗜𝗻𝘂𝗬𝗮𝘀𝗵𝗮 | Sεηтιмιεηтσs α τrανέs dεl τιεmρο❁ 時間を通じた感情 |𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora