Capítulo 9🌷

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Jimin y yo acordamos que por seguridad de todos sería mejor no verlos mañana, pero... Los extrañamos mucho y ambos nos dijeron que se irán en más o menos dos semanas.

¡No es suficiente! Sólo lo ví una vez, y no saben cuanto quiero verlo de nuevo, y de nuevo y toda la vida de ser posible.
Por si no lo mencioné antes, las hadas y dríadas somos muy enamoradizas... ¿Se nota demasiado?

¿Y si nosotros cruzamos? — sugirió.

Está prohibido... Debe haber otra manera de verlos mañana. — pensaba y pensaba pero ninguna idea me parecía coherente.

— Cari... Ya hemos roto las únicas reglas de éste lugar, una cosa prohibida agregada a la lista no cambiará nuestra situación.

Tenía un punto, pero había un enorme problema, no sé como es que se cruza, o el cómo se siente, ni nada.
Ningún ser mágico a pasado la barrera protectora nunca, más que los encargados de vigilar a los humanos que llegan a venir, y suena bastante peligroso.

No... No lo sé Jimin, puede pasarnos algo. — dije un poco asustada.

A ellos no les ha sucedido nada, no creo que sea diferente para nosotros. — intentó calmarme — Vamos, trataremos una vez y si nos sentimos mal regresaremos ¿okey?

— suspiré pesado — Okey.

Las tonterías que hacemos con tal de ver a ése par de humanos.

[...]

A la noche siguiente nos reunimos en el lago y partimos hacia la división, para entonces eran entre las 2 y 3:00 a.m... Es difícil cuando tus relojes mágicos no son exactos, lo que nos queda es medirlo al tanteo.

— ¿Lista? — me tomó de la mano y asentí dudosa — Vamos.

Cerramos los ojos, pues repito que estábamos asustados de cruzar la barrera, y bueno... La sensación no fue muy relajante.
Sentíamos que nos ardía la piel, además de que nos pesaban las piernas al caminar, sabíamos que la magia de la reina era muy poderosa pero no pensábamos que a ésa magnitud.

¡Dios fue horrible! — grité adolorida al pasar la división.

¡Pero lo logramos! — sonrió sobando sus brazos — Vamos a buscarlos.

Divagamos unos minutos y por fin logramos encontrar un sendero, algunos pájaros me habían contado sobre éste rastro.
Lo tomamos como guía para poder encontrar el camino a casa, tampoco pensábamos quedarnos toda la madrugada aquí aunque quisiéramos.

Mira, ahí están. — señaló unas casitas y una pequeña fogata.

Que raros capullos... ¿De que serán? — susurramos ya estando frente a ellas.

No nos da mucha ventaja el no saber sobre cosas humanas, porque no conocemos ni de que tipo de flores son éstas casas, y básicamente no tenemos idea de nada.

— ¿Tendrán nombre? Porque no creo que se abran así nada más. — estábamos de pie observando, esperando una iluminación de inteligencia para hallar como entrar.

— Pues... No lo sé... — suspiró — ¿Servirá les si gritamos? Tal vez nos escuchen y salgan.

Le gritamos a Yoongi y a Hoseok, y de una de las casitas salió el próximo novio de Jimin.

— ¡Jimin! ¿Que hacen aquí? — nos vió sorprendido.

— Queríamos verlos y no podíamos esperar a mañana. — sonrió y se abrazaron.

Spring Memories ♡ J.H. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora