ONLY || JACKSON WANG ||

18.

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Después de aquellos encuentros con Jinyoung se volvieron cada vez mas frecuentes, hubo una vez que fue a mi oficina a comer conmigo y bueno el resto es historia, estos meses han sido maravillosos se puede decir que ahora me llevo mejor con su padre y ya no peleamos tanto en ese sentido, hoy por fin me mudaba de la residencia de la facultad pues Jinyoung y yo decidimos vivir juntos además de que me dieron el empleo donde estoy realizando mis practicas profesionales con un buen sueldo sin tener el titulo, durante la mudanza los padres de Jinyoung se ofrecieron a llevarnos era un departamento muy cómodo para ambos se adecuaba a nuestras necesidades, no era muy grande pero tampoco muy pequeño, tenía muchas plantas alrededor y una herrería que le daba un toque industrial en la parte de la sala y el comedor, la cocina tenía una barra de mármol, las habitaciones tenían un diseño minimalista pero no tan marcado. 

Bajamos todas las cosas que en realidad no eran muchas, habíamos decidido que la cama de Jinyoung sería la adecuada ya que es mas grande y muy deliciosa al menos duermo como un bebé las noches que me he quedado con él hasta la madrugada, se había vuelto una costumbre mía usar sus sudaderas o suéteres como ropa de casa y sin sujetadores para mayor comodidad. Después de desempacar todo me cambié por algo mas ligero mientras espero a que mi señor novio salga de bañarse, me senté en la cama mientras revisaba los álbumes de fotografías, también comía una paleta de caramelo que era mi pequeña manía para relajarme, Jinyoung entro a la habitación con el cabello mojado y una toalla enredada en la cadera cubriendo todo hacia abajo ¡qué injusto!, se sentó justo detrás de mi recargando un brazo a un costado mío sentía su rostro junto al mío así como gotas caer de su cabello. 

—¿Qué haces? — dijo depositando un corto beso en mis hombros. 

—Revisaba las fotografías que tenemos hasta ahora, sabes es injusto no me invitaste al baño 

—Si te hubiera invitado, habríamos hecho de todo menos ducharnos — rió, admito que su risa puede parecer fingida y de señor ciertas ocasiones pero hay veces que es una risa tan natural y sincera que me llena el alma — así que no te quejes, porque tenemos todos estos muros que guardaran nuestros mas oscuros y profundos secretos 

—Bueno tienes un punto, pero quería tallarte la espalda después de todos los muebles que moviste y claramente te ayude a hacerlo 

—Solo me decías donde ponerlos, nunca me ayudaste a moverlos — rió — pero puedes darme el masaje ahora — dejo un camino de besos desde mis hombros a mi cuello. 

—Tentador pero ya no quiero hacerlo, para mi eso fue una ayuda bastante pesada es mas hasta me duelen los brazos 

—Eres un caso tan especial que no se como es que sigo contigo — dijo con falsa indignación — eres una molestia Bridget Scott 

—Puedo enumerar razones muy poderosas por las cuales estas conmigo Park Jinyoung — me recargue en su pecho — tu eres la molestia no yo 

—Puedo castigarte si yo quiero 

—¿Estas seguro que puedes soportarlo? — dije pícara — porque lo que hay en esos cajones son armas muy poderosas 

—Puede que este en una gran desventaja, pero también tengo armas muy poderosas 

—Soldadito Park Jinyoung quiere jugar a la guerra — mordí mi labio inferior — juguemos a la guerra entonces 

En un ágil movimiento logre tumbarlo sobre la cama, tome sus muñecas impidiéndole usar las manos, comencé a besar su cuello y podía sentir su pulso acelerado, después de su lenta tortura me aleje de él y hui como una cobarde hacia la cocina sabía perfectamente en que acabaría y además tengo hambre, necesito energía para poder tener esa guerra con él. Mientras sacaba algo de la alacena que solo tiene pocas cosas porque se nos olvido hacer el super y solo teníamos jamón, pan de caja, algo de queso y una lechuga  prepare un emparedado para ambos, sentí sus brazos acorralarme en la barra de la cocina la única opción que era la mas eficaz fue girarme y meter un trozo del emparedado en su boca, sus ojos reflejaban una molestia divertida pero realmente debíamos comer o terminaríamos mal.