luwoo + drabbles

II

Lucas había logrado su sueño con uno de sus mejores amigos: tener una tienda de tatuajes. su pasión por el dibujo y la tinta se habían convertido en su profesión, ¿y que mejor si podías compartir ese sueño con tu mejor amigo? El negocio les iba bien. hendery se encargaba de las perforaciones y Lucas de los tatuajes. la tienda era pequeña pero acogedora. la decoración impactada, era todo fruto del gusto mezclado de los dos chicos. la música sonaba por el local, habían abierto hace media hora y Lucas esperaba su cita con un cliente.

se encontraba en su sala de trabajo terminando de limpiar cuando escucho el timbre de la puerta y la voz gruesa de hendery recibir al cliente que lo llamó hace unos días por teléfono.

el pequeño jungwoo estaba fuera sentado en un sillón esperando a que Lucas acabara de tener lista la sala. su visá viajaba por las paredes negras y los discos de vinilo que había colgados en ellas, también por el helecho que colgaba del techo y varios marcos de fotos con fotografías de los dueños de la tienda cuando eran adolescentes. sonrió de ternura y fue llamado por Lucas, avisándolo de que ya podía entrar.
jungwoo se levantó y siguió al fuerte hombre que tenía delante, realmente era grande.

-bienvenido, siéntate por favor.

jungwoo se sentó en la camilla de tatuajes y remangó la manga de su jersey.

-bien, antebrazo ¿no?

-sí - el pequeño sonrió viendo como lucas se sentaba delante de él y cogía su libreta.

-pues dime, ¿como lo querrías?

-bueno... había pensado en algo que tuviera que ver con el hilo rojo... ya sabes - jungwoo sonrió mientras que observaba a lucas garabatear- también que contenga la palabra etéreo.

tras varios minutos e ideas el tatuaje estaba decidido. la conversación entre ambos fluyó, haciendo que el ambiente se volviera cálido y el dolor casi inexistente.

- y dime lucas... ¿tú crees en el hilo rojo?

jungwoo miraba con curiosidad al mayor, que pese a estar hablando con él todo el rato no perdía la concentración. lucas levantó la cabeza del brazo de jungwoo y lo miró a los ojos, sonriendo.

-ahora sí.