La hora de la verdad había llegado, y después de su extraña conversación con Daniel Valencia, los nervios se le esfumaron y en su lugar surgieron las dudas: ¿convertirse en su aliada? ¿destruir a don Armando? La propuesta del doctor Valencia fue de lo más irracional, Betty estaba convencida de que no había manera en la que ella ganara algo de aquella tormentosa situación y además, lo último que deseaba era tener que seguir apareciéndose por Ecomoda.
Como él ya sabía lo del embargo, era muy posible que para cuando ella entrara a la sala de juntas, el caos ya hubiera comenzado, pero al acercarse a la puerta no escuchó ningún tipo de gritería. La invadió una tremenda sensación de vacío. Pronto, este infierno terminaría.
—Buenos días. —dijo al entrar, cargando las carpetas con ambos brazos. Todos los miembros ya estaban listos.
—Buenos días, Betty. ¿Esos son los balances? —respondió don Roberto, destacando del resto.
Daniel Valencia se le acercó, seguramente con intenciones de intimidarla de nuevo. Su sola presencia era suficiente para incomodar a Betty, nunca sabía cómo ni cuándo el hombre comenzaría a soltar insultos referentes a su apariencia.
Podía verlo por el rabillo del ojo, de pie, excesivamente cerca de ella, cruzado de brazos y mirándola fijamente.
—Sí, don Roberto. —replicó sin verlo a la cara, mucho menos le dirigió la mirada a Valencia.
—Perfecto. ¿Y me imagino que usted se quedará para la junta?
—Sí, claro, Roberto... —respondió la peliteñida, con demasiado entusiasmo, quien acababa de entrar con una charola y cafés en las manos.
—¡Ay, Patricia, usted no! —le gritó don Armando, como de costumbre. —Sí, papá, Betty se va a quedar con nosotros para explicarnos el balance y el informe, no te preocupes.
Daniel Valencia seguía de pie junto a ella, con la misma postura, bloqueándole el paso.
—Me encantaría escuchar lo que tiene que decirnos, doctora Beatriz. —le dijo, manipulando uno de los folders que ella sostenía, de manera sugerente, añadiéndole tensión a la interacción.
En esta ocasión Betty lo miró directo a los ojos, sin embargo, decidió callar. Los informes hablarían por sí mismos más que suficiente.
Después de que Armando y Mario se quejaran con Patricia por el café helado y los meseros, Daniel por fin se apartó de ella para tomar su lugar y fue don Roberto quien se dirigió a ella de nuevo.
—Eh, bueno mija, reparta las carpetas, por favor, y empecemos con esto de una vez por todas. Sentémonos.
Betty comenzó a repartir los balances, empezando por el doctor Gutiérrez, en el orden que ya había planeado.
—Señores, quiero establecer unas reglas del juego para esta junta. —continuó don Roberto. —Primero vamos a analizar detalladamente el balance, y después, pero solo después, haremos las observaciones del caso. ¿Estamos de acuerdo?
—Bien. —le contestó don Armando.
—Por mí no hay ningún inconveniente, Roberto. —respondió Daniel, aún observándola, cual depredador a su presa, mientras Betty le entregaba el balance. —No hay afán. Estoy muy interesado en escuchar lo que ellos tienen que decir.
Doña Margarita comenzó un sermón entonces, pidiendo que todos se trataran con el mayor respeto posible, sacando a relucir el matrimonio de Armando y Marcela.
Por fin Betty terminó de repartir las carpetas, y se acomodó de pie a espaldas de don Armando.
—Sí, y no vamos a admitir de ninguna manera, que ni la entrega de regalos de esta noche ni la ceremonia de pasado mañana se vean empañadas por peleas de negocios. Así que les exijo respeto porque un matrimonio debe ser un motivo de unión entre todos nosotros... — habló don Roberto, apoyando los comentarios de su esposa. —Bueno, ahora sí, eh, Betty, por favor, siéntese. —se dirigió a ella al percatarse de que seguía parada.
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Fake Lovers: Un desenlace alternativo de YSBLF (Daniel x Betty)
FanfictionCuando Betty se va de Ecomoda, el engaño de don Armando llega a oídos de Daniel Valencia, quien ve la oportunidad perfecta para formar una alianza que le permita a ambas partes cobrarle a Armando Mendoza todas las que les debe. Beatriz Pinzón necesi...