Parte única

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No recuerda la primera vez que la vio pero sí recuerda la primera vez que la notó.

Fue hace un par de días. Jeongyeon, quien siempre vivía a las carreras y no prestaba atención a casi nada, caminaba a paso rápido a través del parque. Se le había hecho tarde y Nayeon, su mejor amiga, cumplía años aquel día, por lo cual habían organizado una reunión en su casa. La rubia tenía que llegar a su departamento, cambiarse de ropa e ir a recoger a su amiga de la universidad para ir rumbo a la fiesta.

Iba tan distraída y tan estresada; porque Nayeon le mandaba mensajes cada dos minutos para preguntarle cuando llegaba, que no vio a la persona que iba caminando frente a ella, por lo cual terminaron estrellándose, aunque fue Jeongyeon la única que dio de bruces contra el suelo.

En una situación normal, la rubia se habría disculpado con la chica, sabiendo que era su culpa. Sin embargo, iba enfadada así que tenía que desquitarse con alguien.

-¿Por qué no te fijas por dónde caminas? - espetó molesta, mientras se levantaba del suelo. La joven dio media vuelta para encararla, con una sonrisa de disculpa.

- Bueno... Lo haría, si pudiera.

Lamentablemente para Jeongyeon, se desquitó con la persona incorrecta. Tragó grueso, sintiéndose terriblemente mal.

"Serás idiota, Jeongyeon" pensó.

Frente a ella, se encontraba una chica de mediana estatura, cabello corto y de color castaño y unos hermosos ojos almendrados que te veían sin ver. Tenía una sonrisa amable dibujada en el rostro y sostenía en su mano, un rígido y largo bastón. Una invidente.

- Yo... Lo siento, discúlpame, de verdad no quise... - no sabía que decir, se sentía terriblemente avergonzada por sus acciones, pero la otra joven soltó una risita divertida, restándole importancia.

- Descuida, no hay problema. ¿Te encuentras bien? ¿Te lastimaste?

- Sí, no es nada ¿Tú estás bien? ¿Necesitas ayuda? - preguntó preocupada de haberla herido.

- Estoy bien - le tranquilizó la castaña. Ambas se quedaron calladas sin saber que decir exactamente - Bueno... Nos vemos, disculpa las molestias.

Vio a la chica dirigirse; con ayuda de su bastón, a una banca metros de ahí. Entonces cayó en cuenta que, como sospechó, ya la había visto antes. Todos los días más bien.

Esa chica estaba sentada en esa banca del parque todos los días, la mayoría de las veces sola y otras con un par de niñas. A Jeongyeon siempre se le hizo muy curioso verla ahí cada día que pasaba, inamovible como si fuese una pintura, pero nunca pensó (ya que, ahora que lo recuerda, se le veía muy entretenida al teléfono o con algún libro) que aquella chica fuese ciega.

Una extraña sensación se le quedó en la boca del estómago y se dijo a sí misma, que intentaría acercarse a la muchacha en otra oportunidad. Por el momento ya iba tarde y Nayeon haría un berrinche si no la veía llegar pronto.

La chica de la banca en el parque tendría que esperar.

🐧🐧

Ni siquiera tuvo que buscarla, la chica de hebras castañas estaba sentada en la misma banca al día siguiente y Jeongyeon se preguntó si no viviría en ella también, lo cual sonaba muy poco probable ya que esta no tenía pinta de ser pordiosera y menos con ese Iphone 7 en la mano.

¿Cómo puede usar el teléfono si no puede verlo?

Decidió acercarse para disculparse por los inconvenientes que le causo aquel día; según ella. La joven levantó la cabeza en su dirección cuando estuvo cerca, Jeongyeon contuvo la respiración un breve momento.

Más allá de la mirada | JeongMi | DubChaeng ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora