Capítulo 13

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Un pasillo, sin salidas, todo esta oscuro y no veo la forma de salir de ahí, pero escucho mi nombre, Misaki me llama, la luz en aquel pasillo se ilumina y lo que hace un momento era frío ahora es cálido. Misaki estaba al final del pasillo y sin dudar ni vacilar caminando hacia él decidido, lo abrazo pero noto como se esfuma y despierto de aquel sueño que se escapaba entre mis dedos.

Al palpar mi cama aún podía sentir el calor de Misaki, pero dónde estaba el ahora mismo. Mi cabeza no para de pensar en Misaki, si él no está nada tiene sentido, daría mi vida por él si fuera necesario.

Al levantarme veo uno de mis osos de peluches favoritos, lo agarré con fuerza al igual que el manuscrito que se encontraba en el escritorio. Para variar toda mi habitación esta hecha un desastre. Bajo al salón somnoliento con ganas de encontrarme accidentalmente con mi pequeño osito Misaki, pero tampoco está en la cocina.

Mi mal humor comenzaba a invadir mi cuerpo, junto con los pensamientos negativos de haber tenido ese sueño tan extraño. Últimamente había estado teniendo este tipo de sueños, algunos mejores que otros. Algunos Misaki me abandonaba en otras acabábamos juntos pero, siempre se sienten distantes estos sueños. No tenían sentido alguno.

Un hedor llegó a mi nariz haciendo que la arrugara, este olor, estaba seguro de que era yo. Así que dejando el manuscrito en la mesa del salón y al oso en el sofá entré en el baño para darme una ducha, me hubiera gustado haberme dado esta ducha con Misaki pero está desaparecido, cosa que me mosquea.

Nada más salir de la ducha puse una toalla alrededor de mi cintura y cogí mi teléfono para enviarle un mensaje a Misaki. Al enviarle veinte mensajes y aún así no contestarme le llamé, pero solo hubo una respuesta, él colgando.

Caminé de arriba a abajo dejando que miles de pensamientos negativos me invadieran. "¿Dónde está?" "Con quien está?" "Porqué no está aquí?". Tantas preguntas pasan por mi cabeza que ya tardo en imaginar lo peor, "Me ha abandonado".

Me vuelvo a ir a mí habitación para vestirme y me sentándome en la cama me pongo las manos en la cara mientras miro el suelo, porque siempre tenía que ser así, yo y mi cabeza llena de inseguridades, Misaki prometió que se quedaría conmigo porque siempre mi estúpida cabeza tiene que pensar en estas cosas tan egoístas.

En un suspiro me dejó caer en la cama y cierro los ojos intentando hallar la paz que tanto anhelo. Pero intentando buscarla me quedo dormido.

—Usagi-san no me lo puedo creer, sigues completamente dormido. Y mírate tienes el pelo completamente mojado, si no tienes cuidado con estas cosas cogerás un resfriado, y no pienso cuidarte si contraes fiebre— nada más escuchar su voz me lo abrazo con fuerza, esta vez era el de verdad y no iba a dejarlo escapar —¿Usagi-san?

—Te he añorado Misaki— no me hacía falta ver su rostro para saber lo rojo que estaba, cogiéndole del mentón lo besé con gran pasión, y después le quito la camiseta para tumbarlo en la cama, estaba hambriento, famélico —Misaki, déjame comerte

—¡¡N-no digas estupideces!!

—No lo son para nada— puse su mano sobre mi pecho —esto es serio Misaki, no sabes la tortura que he pasado aquí solo

—Solo he estado fuera una hora Usagi-san

—Misaki, permíteme una vez más ser egoísta, tu rostro tierno cuando estas excitado, tu respiración agitada cuando te toco, tus lágrimas puras cuando juego con tu cuerpo, todo, déjame tenerlo todo de ti hoy — mirándole a los ojos con la mirada más sincera que podía darle desde mi corazón le besé de nuevo esperando su respuesta

—N-no hace falta que lo digas así, al fin y al cabo s-soy tuyo— las palabras tiernas del pequeño Misaki conmovieron tanto mi corazón que no pude evitar la enorme erección en mi pantalón.

Prepare a Misaki lo más rápido que pude, pero ya que está vez lo hice demasiado rápido cogí un lubricador ya que no quería hacerle daño. Pongo un poco en mi pene y en su culo y me lo quedo mirando, verle tan avergonzado, era grandioso.

—¿Estas listo?— con un simple movimiento de cabeza me indicó que lo estaba.

Comencé a meter mi pene dentro de él, estaba realmente caliente, comencé siendo delicado con él, ya que no quería causarle daño, hoy quería tener el máximo cuidado con él, sentía que necesitaba protegerlo.

Un pequeño gemido que a Misaki se le escapó desencadenó que lo penetrara fuertemente, ya no podía detenerme, comencé a darle duro subiendo sus piernas. Al no estar del todo cómodo cambié a Misaki de posición y lo puse a cuatro, así podía tocarle a él también mientras lo penetraba.

Su pene es suave y caliente. Le besó la espalda mientras muevo mi mano intentando que Misaki se corriera lo antes posible ya que yo ya estaba llegando.

—U-usagi-san, ya no...— sin darle opción a acabar su frase lo beso y acabamos juntos, yo dentro y el en mis sábanas. Le cojo de las mejillas y lo vuelvo a besar una y otra vez. Lo quiero tanto que parece que mi corazón puede explotar en cualquier momento.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2020 ⏰

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