Trueno
Llegue a mi casa, mi viejo estaba en la sala
-Viejo viejo - le tire la carta - Lee eso ya viejo apúrate
-Mateo cálmate ¿qué paso?
-Viejo después te explico lee la carta y ya
-Ok ok - mi viejo comenzó a leer la carta, su cara era de preocupación, de tristeza, al final sonrió lpm
-¿Que dice la carta viejo?
-¿Qué paso con ustedes?
-Nada, no se todo estaba bien que se yo, pero que decía la carta
-Mateo no te voy a decir que dice la carta, hijo Sthef necesita un tiempo, no dice el porqué, pero solo quiere que estés bien y que sepas que aun de la distancia te va apoyar
Lpm nadie dice nada, agarre mis llaves y camine a la puerta
-Mateo a... – no lo deje terminar porque ya había salido de la casa, camine perdido en mis pensamientos
¿Que hice mal?
¿Por qué se fue?
¿Qué es eso que puede dañarme?
¿Por qué siempre cuando amo a alguien termina yéndose?
¿Será que siempre tendré que estar solo?
¿Será que de verdad el amor no es para mí y la vida me quiere solo?
Sthefany
Llegue al piso y toque la puerta, salio una señora algo mayor
-Sí ¿que desea?
-¿Usted es la señora Amanda?
-Sí, dígame ¿Qué desea?
-Soy Sthefany – ella me miro confundida – hija de Lili y Lionel – ella se asombró y abrió la puerta
-Señorita disculpe pase pase – entre y un lugar increíble, al igual que la otra casa estaba un cuadro de ella y había una foto de mi hermana y yo recién nacidas, pensé que no habían fotos así de nosotras, mire cada detalle – ¿Desea algo de tomar? ¿Ya comió?
-En realidad no he comido – dije tímidamente y es que en realidad todo esto me había quitado el apetito
-Ya mismo le preparo algo, póngase cómoda, está en su casa – dijo y se perdió por un pasillo
Salí al balcón y respire y me fui en llanto, esto es demasiado difícil para mí, me duele haberlos dejado, me duele haber ido sin hablar con mateo, me duele haber dejado a mi hermana, pero es lo mejor para todos
¿Será que mi vida siempre será así de complicada?
¿Sera que cada vez que amo algo tengo que dejarlo para no dañarlo?
¿Sera que siempre tendré que estar sola?
¿Por qué justo ahora tenías que llegar renacuajito?
-¿Estás bien? – me pregunto una niña como la edad de Emi
-Lo estaré – dije secándome las lágrimas – ¿y tú eres?
-Es mi hija Valeria – dijo Amanda acercándose
-Yo te conozco – dijo la niña y la mire confundida
-Valeria respeta a la señorita Sthefany – dijo Amanda
-Tranquila – le agarre la mano a la pequeña y camine con ella hasta el sofá – ¿de donde me conoces?
