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—¿No había dicho que te la ibas a enamorar en dos semanas?— Sowon sonreía mirando las ropas en la cama de la adolescente de cabellos negros.

—Calla que no es fácil, joder, siento que estoy más excitada yo que ella.

—Vaya, mi tierna Eun diciendo ese tipo de cosas, ¿Qué diría tu hermano?— se burló mirándola aún buscando ropa en sus cajones.

—En serio me quedé sin ropa provocativa, ni siquiera sé que usar para hoy, mierda.

—¿Estás segura que solo es joda con ella?

—¿Qué más seria? Solo me interesa que no esté cayendo.

—Eun, recuerda que yo soy tu novia— jalando los negros cabellos sonrió—. Sé que es una relación abierta, pero también me jode que te estés interesando de más.

—Piensas demasiado— gruñó alejándose, tomando su vestuario de cuerpo completo lo aventó a su mochila y salió—. Dile a Jimin que me fuí antes.

Gritó cerrando la puerta, le enfadaba que su novia se pusiera en un modo tan insoportable, ¿Se consideraba una relación lo que tenían? Cogían unos días y ya, ante las personas decían ser mejores amigas, ni siquiera se llamaban novias y aunque le jodía también tenía razón, y el asunto de Lisa estaba siendo más problemático, no era solo el que la mayor le ignorara y no le siguiera el juego, era que le estaba gustando, le gustaba verla bailar y crear coreografías, empezaba amar el toque de sus manos sobre su cuerpo.

Era imposible que se enamorara, solo le atraía. Era eso.

✰✰✰

—¿No vas a comer?— Lisa preguntó extendiendo su plato de ensalada, se había convertido en una costumbre de ellas comer en un pequeño receso de veinte minutos, aumentando el ensayo cuarenta minutos más. Hacían el doble en recompensa al descanso.

—Gracias— susurró comiendo aún metida en sus pensamientos, ¿Tan siquiera se seguía sintiendo atraída a Sowon? Si bien ambas habían tenido demasiadas veces encuentros íntimos, si lo hacía con Lisa, ¿Sería diferente? Posó su mirada en la causante de sus dudas, ambas miradas conectaron.

—¿Qué pasa?— preguntó la mayor— hoy estás un poco extraña, ¿Te sientes bien?— llevó su palma a la frente de la menor pero su mano fue tomada por la ajena, quién la condujo a su boca y lamió los dedos. Un suspiro escapó de sus labios.

Tal vez si tenía un encuentro íntimo con Lisa las dudas se irían, era la mejor opción. Sin soltar la mano ajena evitando que se levantara y escapara se sentó arriba de ella dejando sus comidas abandonadas, y unió sus labios, sintiendo excitarse con un solo beso, sus piernas se abrieron abrazando la cintura diminuta de la ajena.

—La puerta está abierta— susurró Lisa.

—Solo tú crees que dejaría la puerta abierta— contestó con un toque de burla.

Llevando sus manos debajo de la blusa de la mayor tocó sin vergüenza sus pechos, sonriendo lascivamente al sentirlos tan duros:— Creí que era la única que deseaba ésto, maestra.

—Hablas mucho, ¿No crees Jung?

Y era la primera vez que se prendía con solo escuchar su apellido, y sintió un leve miedo, ¿Qué tan afectaba estaba por Lisa?

Sus manos fueron retiradas y su vestimenta destrozada por Lisa, manteniendo su mirada sería, jadeó cuando su espalda hizo contacto con el frío piso, pero cuando sus piernas fueron separadas y sus pechos acariciados por una lengua húmeda, conoció el placer, lo sintió en cada lugar que Lisa tocaba.

B A L L E TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora