Omega Sustituto [Omegaverse] ~Joerick [Adaptación]

Capitulo 2.

Joel se acercó sigilosamente a Yoandri, colocando una mano en el hombro de su marido. Dirigió una mirada acusadora a Erick.—Lo hiciste llorar.

—No le eches la culpa a él. Empezaste esto —le dijo Yoandri a Joel, alejando su mano. Yoandri continuó con voz acalorada:—Esta es nuestra única oportunidad de tener un bebé, y estás alejando al hombre que está dispuesto a cargar con nuestro cachorro.

—Un chico que pagamos generosamente —murmuró Joel.

—¿Sabes por qué hago esto, Alfa? —Erick interrumpió a Joel.

El Alfa encontró su mirada. Erick no se estremeció, pero levantó un puñado de su camisa para que Joel pudiera ver su señal de su vergüenza. Rasgadas marcas de garras se extendían a lo largo de sus costillas hasta su abdomen inferior. A pesar de que habían sanado hace mucho tiempo, Erick aún podía recordar el nuevo dolor como si fuera
ayer.

Cuando habló, apenas se reconoció a sí mismo. Parecía la voz inexpresiva de alguien que informaba las noticias diarias sin ningún interés, su tono carecía de emoción. —Esto fue hecho por el Alfa al que mis padres me regalaron a cambio de protección de los cazadores humanos. No tuvimos nada cuando crecía. No terminé la
preparatoria. Trabajé en trabajos extraños mientras mis padres gastaban todo su dinero, inyectándose drogas y drogándose en orgías de apareamiento cuando llegaba la luna llena.

Erick tiró de su camisa hacia abajo.

—¿Qué pasó? —Joel preguntó en voz baja.

—Perdí a ese cachorro. La agencia me encontró antes de morir desangrando. Afortunadamente, todavía puedo dar a luz, aunque sus doctores dijeron que faltó poco. Hago esto para sobrevivir.

Una vez que la mente de Erick se volvió hacia el pasado, todo lo que pudo ver fue oscuridad. Recordaba la agonía que recorrió todo su cuerpo. Aprendió que el dolor físico se curaba, otras heridas no. Se quedó marcado y se quedaron con él para siempre.

El Omega extendió la mano para tocar suavemente el vientre de Yoandri. Yoandri también llevaba cicatrices. Bromearon sobre eso, se rieron, a pesar de que ambos sabían que las viejas heridas todavía perduraban y ocasionalmente recrudecían. Una palabra, una imagen en una tarjeta, un recordatorio a través de un comercial de un bebé: estas cosas podrían desencadenar nuevamente el dolor de la pérdida.

—La primera vez que supe que estaba embarazado, lloré, sabiendo que no podía darle a mi hijo un futuro digno. Los otros niños que he logrado entregar con éxito, incluso si no los vuelvo a ver, sé que tendrán buenos padres, padres que darían su vida por ellos.

Habiendo descargado demasiado de su pasado a extraños, Erick comenzó a alejarse, pero Yoandri lo sorprendió abrazándolo.

Las lágrimas de Yoandri empaparon la tela de su camisa.

—Lo siento —dijo Joel en el mismo tono suave.

—Lo he superado. Sucedió hace cinco años.—Erick mintió sobre superar el pasado, pero ¿qué importaba?

Se abrió ante extraños y esa no era una buena señal.

Erick valoraba su privacidad y sus secretos. Se desenredó de Trevor.