El fin de semana paso rápido, entre fiestas celebrando la ansiada victoria de Slytherin, entre todas esas celebraciones llegó el lunes.
Aquel día a primera hora teníamos pociones con Gryffindor y el profesor Slughorn. Llegamos como siempre los slytherins primero y nos colocamos todos juntos al final de la clase. En cuestión de minutos llegaron todos los gryffindors menos Harry y Weasley.
El profesor comenzó a dar la clase cuando de pronto entraron Harry y Weasley, interrumpiendo.
-Harry, ya estaba preocupado. Veo que vienes acompañado-dijo el profesor, con entusiasmo.
-Ron Weasley, Señor. Soy un negado en pociones, una amenaza de hecho.-dijo la comadreja, con intenciones de ser algo gracioso.
Después hablaron sobre los libros de los que carecían y el señor Slughorn les dijo que cogieran uno del armario.
Después el profesor se centro en los alumnos que ya estábamos en clase de antes.
-¿Alguien podría decirme que es esta poción?
Levante la mano al igual que Granger.
-Por fin alguien que no es la señorita Granger, ¿usted es ?-dijo mirándome, a lo que me miro toda la clase.
-Soy Pansy profesor, Pansy Parkinson-dije poniendo la mejor de mis sonrisas, después camine con aires de superioridad dirección a el caldero, donde se encontraba la poción que debía clasificar.
-Es amortentia, el filtro de amor mas poderoso del mundo, huele diferente para cada persona, dependiendo de lo que le atraiga. Por otro lado cabe destacar que no crea amor real, eso es imposible.-dije yo en un tono de superioridad.
-Exacto, perfecto señorita Parkinson, ahora díganos a que huele su amortentia?-dijo el profesor entusiasmado por mis conocimientos.
-Umm, la mía huele a-era el olor de Harry, trague saliva notablemente nerviosa. Le mire de manera melancólica- Perdón-volví a depositar mi atención en la poción.-como iba diciendo, mi amortentia huele a, la sala de los menesteres, a tarta de melaza y madera de escoba.-dije bajando la mirada.
-Muchas gracias señorita Parkinson.
Asentí y volví a mi sitio.
La clase continuó con normalidad, hicimos unas pociones, y el premio a la mejor hecha se lo llevo Harry. Antes de que nos fuéramos el profesor Slughorn nos detuvo.
-He decidido, que hagáis un proyecto para pociones en parejas, de esta manera no solo mejorareis en pociones, si no que también esa rivalidad tan palpable que hay entre los de Slytherin y los de Gryffindor. Así que sentaros que voy a decir las parejas y los motivos por las cuales las he hecho, hay algunos alumnos que he decidido no involucrar en el proyecto ya que no buscan un futuro relacionado con esta asignatura.
-Bien-prosiguió diciendo Slughorn- En primer lugar he decidido poner como pareja para el proyecto a Ron Weasley y Astoria Greengrass, por que la señorita Greengrass puede ayudar mucho al señor Weasley, ya que como el dice es toda una temeridad. Por otro lado, la señorita Granger tendrá que hacer el proyecto con el señor Malfoy.
-Profesor, de verdad no habría posibilidad de cambio?-preguntó Draco, si la ponían con ella no se resistiría a quererle, era entendible el rechazo inicial. Después de todo no queríamos tener que repetir la historia.
-Lo siento Señor Malfoy, pero creo que los dos tenis mucho que aportaros. Y por ultimo he decidido poner en el mismo proyecto a Harry y a la señorita Parkinson, ya que ambos quieren ser aurores y creo que se complementan muy bien, quiero decir en pociones.-dijo y yo me quede de piedra.
Salimos de clase y en un lado del pasillo nos quedamos los slytherins y en el contrario los gryffindors, vi como Harry se despedía de sus amigos y se acercaba a nuestro grupo.
-Parkinson!-dijo el a unos metros de mi.
-Potter-dije yo en respuesta, sin mucho entusiasmo.
- Te parece bien si quedamos el sábado por la mañana en la biblioteca, para avanzar el proyecto.-dijo ya mas cerca de mi.
-Umm te viene bien el viernes es que el sábado a la mañana iré a las tres escobas, y por la tarde entreno Quidditch así que...
-Oh, si claro perfecto-dijo el sonriendo
-Nos vemos Potter!-dije yo mientras me despedía con la mano.
-Parkinson, Malfoy, Zabinni- dijo el despidiendose de mi grupo, con una sonrisa de lado.
