-¡¿QUE DEMONIOS?! -ella se levantó de golpe, cubriendo parte de su cuerpo con la almohada y pegandose lo más que pudo a la pared en su espalda-. ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!? ¡¿QUIÉN ERES?!
El extraño se encogió en su lugar, llevaba un par de horas sentado en silencio en el suelo, recargado en una esquina de la cama.
Él mismo se sentía fuera de lugar, no estaba seguro de qué hacer o qué decir ante la reacción de la chica, aunque no podía culparla...
Aún desde el suelo, levantó ambas palmas a la altura de su rostro, con los ojos muy abiertos-. ¡N-no voy a hacerte nada, tranquila!
Astrid se levantó rápidamente de la cama y corrió a tomar unas tijeras de su escritorio, girándose de nuevo hacia él y apuntándole con ellas.
-¡¿Quién eres y qué haces en mi cuarto?! ¿Eres amigo de Ruffnut? -cuestionó, arma y teléfono en mano.
Estaba desubicada, jamás había visto a este chico en su vida.
-Uh... sí, bueno... -el castaño se llevó una mano detrás de la cabeza-. Supongo que ahora somos amigos... o algo así... a-ah... ¡P-puedo explicarlo, en serio!
-¡Hazlo antes de que llame a la policía! -poco a poco Astrid iba caminando hacia la puerta, sin quitarle la vista de encima-. ¡MAMÁ, RUFFNUT!
-¡No están! -dijo él, poniéndose aún más nervioso al oírla gritar-. Las escuché irse hace unas horas.
-¡Genial! -levantó su teléfono, decidida. Si estaba sola en casa con ese tipo no tenía nada más por qué esperar-. ¡Entonces debería...!
-¡No llames a la policía! No serviría de nada...
El estómago de Astrid dio un vuelco, ¿Exactamente qué estaba planeando este tipo? ¿Qué estaba pasando?
Miró hacia los lados, preguntandose por un segundo si sería que seguía dormida. Parecía una locura. Justo entonces notó que el chico estaba vestido completamente de blanco.
-Astrid por favor escucha sólo un segundo... -él volvió a llamar su atención-. N-ni siquiera sé por dónde empezar a explicar...
-No tengo por qué escucharte, ¡Eres un tipo extraño que no sé cómo demonios entró a mi casa y estás en mi maldito cuarto! -volvió a apuntarle directamente con las tijeras, frenética. Sueño o no, el que alguien desconocido estuviera en su cuarto era imposible de pasarse por alto-. ¡No creas que estoy indefensa, no intentes nada o te juro que lo vas a lamentar!
-¡Ya te dije que no voy a hacerte nada! -él se echó hacia atrás para evadir las tijeras-. ¡Y tú misma me trajiste a aquí! ¡Eso era lo que se suponía que tenía que pasar!
Ahora definitivamente sonaba como un sueño.
-¡¿De qué demonios estás hablando?!
-¡¿Puedes dejar de usar palabras como esa?! -el castaño se vio repentinamente frustrado, se pasó una mano por el cabello-. ¡Sólo dejame hablar un segundo!
Astrid permaneció observándolo, atenta y confundida. Y es que algo se sentía muy extraño en toda esta situación. No sólo porque hubiera un tipo extraño en su cuarto, no sólo por las cosas raras que decía y no sólo porque estuviera vestido con suéter, pantalón y tenis enteramente blancos, y no nada más poque sus grandes ojos y mirada le pareciera tan familiar que resultaba escalofriante...
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¡Hola Bonito! 🐾
FanfictionHiccup es un ángel que tiene una importante misión que cumplir en el mundo de los humanos. Más específicamente, con una malhumorada chica rubia. Él sabe que en el fondo Astrid Hofferson es noble y sensible, y con tal de completar su encomienda en...