"Sangre pecaminosa".

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No podía.

Era exquisito, su sangre era exquisita.

Cómo podía existir tal sabor?.

Gimio tras uno de los sorbos ignorando el estremecimiento del hombre bajo su cuerpo.
Marco sus uñas en el sillón mientras sentía a través de su sangre miles de sentimientos.

Nostalgia, tristeza, odio, amor, irritación y...excitación.

Ante eso último se separó de su cuello y sus ojos carmesí miraron la marca de sus colmillos, paso su lengua por su herida cerrandola y sintiendo nuevamente que Claude se estremeció.

Cuando se separó de él quedando sentada en el sillón limpio la sangre en su labio inferior con su pulgar esquivando su mirada.

Podía sentir esas gemas mirarla fijamente, él parecía encantado con esa faceta tan oscura.

Acaso era masoquista?, lo más seguro que sí.

Ella planeaba darle repulsión pero fue todo lo contrarío.

-parece que me excedi, me disculpo su majestad -aún con sus ojos carmesí lo miro inevitablemente con una sonrisa sádica.

El emperador cerró sus ojos tratando de controlarse y se sentó, los dos habían quedado cerca.

-...debo de retirarme, le agradezco su amabilidad pero no me vuelva a tentar, puede que no me logré controlar en otro momento -cerro sus ojos y al abrirlos eran normales.

Sin embargo él seguía mirándola en silencio, parecía estar apreciando su rostro.

-debe descansar -ella hizo el amague de pararse pero claude la agarró de su mano.

-no...no te vayas -susurro sin poder evitarlo y ella se quedo en shock al ver el dolor en sus ojos.

Qué le estaba sucediendo?.

No, esas palabras no eran para ella.

Eran para la mujer que se parecía a ella.

Eran para Diana.

-...Claude.

Nuevamente sus ojos obtuvieron un pequeño brillo y el nombrado se quedó hipnotizado, la rubia posó su mano en su mejilla y se acercó a sus labios.

Cuando sus labios chocaron el rubio sintió todas sus emociones revolucionarse, no podía entender lo que le sucedía en ese momento pero se sentía bien.
Se sentía completo.

Sus ojos se cerraron y ella lo fue empujando para que termine acostado en el sillón, cuando abrió sus ojos al sentir la falta de sus labios se sorprendió cuando la vio sentada en su vientre con sus manos apoyadas en su torso.

-déjese llevar, su majestad -su voz era seductora y fría algo irónico porque había una dulce sonrisa en su rostro.

Claude simplemente siguió su orden y relajo su cuerpo sintiendo su calor corporal cuando ella apoyó su cuerpo contra el suyo y lo volvió a besar.

Poso sus grandes manos en su cintura y poco a poco fue acariciando su espalda por encima del molesto vestido.

Se volvió a sorprender cuando en la oportunidad que tuvo Hanami, ella adentro su lengua a su boca y su corazón pálpito con fuerza siguiéndole el juego.

El sonido libidinoso de sus lenguas se escuchaba en la oficina y pronto la ropa empezó a ser una molestia para los dos.
Su vestido había caído cubriendo solamente su cintura y suspiraba cada vez que sentía sus besos en su cuello.
De la misma forma que ella, su ropa ya no cubría la parte de arriba de su cuerpo solo la inferior y eso le daba oportunidad a la rubia de marcar su espalda con sus uñas.

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⏰ Última actualización: May 23, 2020 ⏰

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