❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌
Trilogía Tempestades
-Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara.
Dejándome ahí, tan desolada y desdic...
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CORY SHANE.
Lo había logrado. Caritshma al final terminaba consiguiendo lo que quería y yo no podía negarle nada a ella. La quería demasiado y siempre la acompañaría en todas sus locuras, así que ahí estaba, buscando el outfit perfecto para la fiesta de Draky.
Ella optó por un vestido de dos piezas que acentuaba sus caderas y la cintura a la perfección, también llevaba un gran escote que aseguró que le sacaría los ojos a Ethan y en vez de meterse con una chica cualquiera, le rogaría a ella por un acostón. En cambio yo, acordé a mi personalidad y mis gustos, me puse un vestido rosa coral de mangas caídas y largas, junto al collar que Caritshma me dio se veía precioso y mis uñas largas y blancas lucían a la perfección.
Una vez cambiadas, nos sentamos frente al gran espejo de su closet y nos ayudamos con el maquillaje. Mi amiga decidió que era buena opción hacerse los ojos oscuros y yo solo un poco de iluminador en el lagrimal y un rostro bronceado e iluminado al natural. Ser mejores amigas no siempre se trata de coincidir en nuestros gustos, sino en comprenderlos y apoyarnos mutuamente.
Cuando termine de arreglarme, me miré a través de ese espejo. Pasé una mano por mi abdomen y alisé el vestido un poco, no importaba cuanto intentara verme preciosa, mi subconsciente me aseguraba que nunca iba a ser suficiente para él. Parpadeé un par de veces y evité arruinar mi maquillaje con unas absurdas lágrimas que no tenían porque salir.
Esbocé una sonrisa aún mirándome en ese espejo y traté de pensar en positivo, esta noche era para divertirme y no andar pensando en mi propia negatividad. Si tenía suerte, mi madre ni Ithiel de enterarían que estuve en esa fiesta, y no en casa de Cari como les dije. Lo único que esperaba era no toparme con él una vez que llegara, no sé que podría pasar si sucedía.
De todas formas era viernes y conocía su rutina diaria, tenía entendido que días como estos no salía a fiestas o reuniones con sus amigos. Nunca he sabido que es lo que hace exactamente esos días por la noche, y tengo que admitir que me intriga, pero nunca me he atrevido a preguntar nada de eso.
Una vez listas, mi amiga y yo bajamos, encontrando a Tani cerca del hall, nos miró y nos admiró de arriba a bajo, chiflando un poco.
Caritshma, siguiendo el significado de su nombre, dio media vuelta sin parar de sonreír como quien no tiene ni un solo problema en la vida. Admiraba demasiado a mi mejor amiga, tenía un aura increíblemente hermosa, relajante y divertida que te permitía confiar en ella.
Y sí, era verdad que tenía su ego y orgullo bien puestos, era dura con otras personas e intentaba no serlo tanto por mí, pero yo no podía juzgarla por hacerlo. Caritshma tenía sus razones de ser como era, sin embargo, aun con ello, era una persona a quien admirar y apreciar mucho.
La madre de Caritshma apareció en nuestro campo visual, vestía ropa de oficina y en su hombro le colgaba un bolso Louis Vuitton. Antes de captarnos completamente, la mujer que le heredó los ojos y el cabello a mi mejor amiga, guardo las llaves de su auto y luego nos observó.
