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era de noche, lo único que alumbraba las frías y húmedas calles de minezota eran las lámparas, el frío era abrumador, realmente deseaba llegar lo más rápido posible a casa y tomar una tasa de chocolate caliente.

- mierda que frío hace.

decía mientras frotaba mis manos para lograr calentarlas aún que sea un poco y aliviar el frío.

de pronto escuché un ruido a mis espaldas, lo cual provocó que volteara rápidamente y para mí alivio, solamente era un pequeño gatito que buscaba algo de comer en los botes de basura.

- hey pequeño, tienes hambre no es asi,? ven.

decía mientras intentaba acercarme lentamente sin asustarlo, realmente era muy pequeñito y dudaba si solamente era el, ó si sus hermanitos se encontraban cerca.

cuando logré tomarlo entre mis brazos mire a mi lado izquierdo de la misma calle, un callejón sin salida, podía notar la figura de alguien que me miraba detrás de un depósito de basura, intenté enfocar mejor mi vista a esa cosa o persona, lo que sea que fuera, me estaba espiando, eso me asusto demaciado, realmente estaba muy obscuro y eso comenzaba a inquietarme aún más, por qué lograba distinguir a alguien ahí, el pequeño mínimo comenzó a mauyar de forma muy aterradora, mientras veía el mismo punto que yo, mi respiración comenzó a agitarse y mi corazón sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho, sin dudarlo ni pensarlo corrí en dirección a mi casa, con el pequeño gatito entre mis manos, no detuve mi camino hasta llegar.

corrí alrededor de quince minutos, hasta que por fin llegué a mi recidencia. en donde mamá ya esperaba por mi, pude respirar aliviada.

- he llegado mamá.

ella corrió a abrazarme preocupada.

- mi bebé, donde rayos te metiste, por qué no contestabas el teléfono y por qué no traes tu auto?!

sonreí dulcemente mientras sacaba al pequeño mínino y lo colocaba en el suelo.

- lo siento mamá de verdad, el auto se le pincho un neumático y cuando quise llamar para mí auxciolio me quedé sin batería, en verdad lo siento.

realmente estaba apenada. ya que nisiquiera pude llamar o algo similar, y en busca de mis amigos salía peor, ya que ellos viven al otro extremo.

suspire cansada y aliviada.

- que pasa mi niña, ven siéntate.

decía mamá mientras me servía una taza de chocolate caliente.

- mamá... sucedio algo extraño, cuando tome al mínimo en mis brazos, antes de venir a casa, logré mirar una silueta de alguien o algo que estaba detrás de un depósito, dudo que fuera un vampiro ya que... bueno no los he visto desde que tenía cinco años.

mamá me miró con mucha preocupación.

- hija, los tiempos han cambiado y en las noticias se han visto que muchas personas están muriendo por los vampiros, esto es extraño ya que ellos se pueden escabullir muy bien entre nosotros y pueden pasar desapercibidos, tienes que prometerme que no saldrás ya muy tarde y si es así quiero que lleves un chip como los que diseño tu padre, esos malditos chupa sangre nos están acabando... realmente temo por mi familia.

no dije nada, simplemente asentí con mi cabeza y tome un sorbo de mi chocolate caliente, mi madre tenía mucha razón, los vampiros se han estado revelando y eso es algo muy grave, a decir verdad si ellos y los otros demonios deciden revelarse, dudo que los angeles puedan acabar con tanta tiranía, ya que son más personas que se están uniendo a satán

sin más tome al minino entre mis brazos y me dirigí a mi recámara en donde tome un larga ducha y el pequeño gatito también, mamá no reprochaba que llevara a un gato a casa, ya que ellos eran los protectores de un hogar y avisaba sobre cualquier ser maligno que intentará entrar.

Sangre,Rojo pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora