Capítulo 2

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Después de refrescarnos, nos secamos, cambiamos y a Jacob le di su biberón porque ya estaba llorando de hambre y también, seguramente, de sueño.

Me senté en el sofá mientras le daba el biberón, sus ojitos azules se iban cerrando de a poco, no entiendo ¿por qué él tiene los ojos azules y yo verdes?

Suspiré y traté de relajarme, James quería mirar una película de terror “Líbranos del mal”, terrorífico ¿no?

-¿Falta mucho?-

-Ten un poco de paciencia enana- Gritó del otro lado de la cocina.

-Habla despacio que Jacob se durmió- Informé al ver como el pequeño tenía uno de sus dedos metido en su boquita.

-Lo lamento- Susurró. Sonreí.

-¿Tanto vas a tardar para exprimir una naranja?- Pregunté con ironía mientras caminaba hacia la cocina.

-Sí, es muy complicado- Se quejó rascándose el cabello -¿Por qué no me dejas usar la exprimidora eléctrica?-

-Porque despertarás a Jacob y por el bien de todos es mejor evitarlo- Moví mi cabello mojado a un lado y en menos de dos minutos terminé de exprimir la fruta.

Nos llevamos las bebidas y las palomitas de maíz para pasar una buena película en mi gran televisor.

La pasamos genial, hacía mucho que no pasábamos un día así, aunque el idiota largaba carcajadas que, en varias ocasiones, despertaron a Jacob pero él se levantaba e iba a dormirlo nuevamente mientras yo reía por cómo le hablaba al niño.

Al finalizar la película juntamos las cosas y lavamos lo que ensuciábamos, él aprovechó y me preguntó algo que le estaba dando vuelta por toda la cabeza.

-Cuando tu padre te dijo que alguien vino a visitarte ¿por qué dijiste que si era Derek dijera que habías muerto? ¿Qué hizo ese cabrón?- Preguntó con sus ojos fijos en mí.

-Nada James, solamente que no tenía ganas de aguantarlo- Mentí, no podía decirle que el muy maldito me fue infiel con una compañera de clases, es quizás de estrangularlo –No quiero pensar en él-

-Lo lamento, es que no soporto que traten mal a las chicas y más cuando esa chica es mi mejor amiga- Sonrió de costado –Bien, deberé irme a mi casa- Observé como sujetaba las llaves de su automóvil colocadas arriba de la heladera.

-Oh- Hice puchero –Quédate un rato más, hasta que mi madre venga- Sonreí.

-Oh vamos, no me digas que tienes miedo- Quedé en silencio –No puedes tener miedo de una estúpida película- Rio alegremente.

-Bien, cállate, si quieres vete- Terminé de secar los vasos hasta que sentí como apoyó su cabeza en mi hombro.

-Lo lamento, no debí asustarte- Admitió. Sonreí victoriosa –Si quieres que me quede hasta que tu madre vuelva no hay problema- Bingo.

Nos pusimos a jugar al póker hasta que escuché cómo habrían la puerta y mi madre junto a los familiares entraban por la puerta principal, rodee mis ojos y observé a James quién con la mirada preguntó “¿Viene ella?” A lo que asentí pesadamente.

Carol, mi prima, la insoportable estaba completamente enamorada de James, siempre que lo veía y tenía la ocasión de hablar con él lo hacía aunque siempre terminaba salvando a mi amigo de las garras de aquella caprichosa niña rica, mi tía Alberta decía que Carol y James terminarían juntos, cosa que no hay tanta probabilidades de que eso sucediera.

Mi madre se acercó a mí y sonrió al ver cómo estábamos pasando el tiempo, recuerdo cuando ella creyó que entre él y yo había algo más que una amistad.

-Emy ¿dónde está tu hermano?- Preguntó curiosa al ver que no estaba con nosotros.

-Está arriba durmiendo- Se marchaba hasta que la llamé nuevamente y me observó –No te preocupes que está cambiado y le di el biberón- Sonreí.

De sus labios dejó salir un susurrable “gracias”.

 Mi abuela gritó al verme, caminó rápidamente hacia mí y me envolvió en un abrazo para luego soltarme, darme dos besos en la mejilla y apretármelos.

-Mi niña ¿cuándo irás a visitarme?- Preguntó sin titubear.

-Pues…- Me alejé de sus manos ya que mis cachetes estaban colorados –En uno de estos días iré- Sonreí para continuar saludando al resto de la familia.

-James ¡Muchacho!- Gritó mi abuela al caer en la cuenta de que el castaño estaba sentado en el sofá riendo –No te escaparás de mí- Él se levantó y se dirigió hacia mi abuela.

-Hola señora, cada vez que la veo está más joven ¿cómo hace?- El mismo piropo de James.

-Hay niño tú sí que me caes bien- Se sacó los lentes para limpiarlos –No como ese tonto del novio de Emy- Negó su cabeza para luego mirarme a mí –Hija, tienes que conseguirte un novio, un hombre como James- Oh Tierra, trágame.

Ambos reímos nerviosos, eran esos comentarios los que no nos gustaban. Lo observé de reojo y vi cómo él saludaba uno por uno de mis familiares con una sonrisa pero se borró al ver a mi tía Alberta y a Carol, serio las saludó y pronunció un seco “Hola”.

Mi padre bajó junto a mi madre quién tenía entre sus brazos a un feliz Jacob. Todos mis familiares se acercaron a ellos para saludarlos y hacerles pregunta que, para mí, no tenía importancia.

Jame codeó mi brazo para que yo lo observara, se acercó a mi oído y dijo:

-Emy, me iré, sabes que no me siento cómodo si están ellas- Sabía perfectamente a quien se refería.

-Bien-

Caminamos hasta la puerta principal, se despidió con un beso en mi mejilla y cuando estaba a punto de abrir la puerta mi madre nos llama a ambos.

-James, quédate, acompáñanos- Sonrió de oreja a oreja. Madre cierra tu boca por favor.

-Oh…- Se nota nervioso –Pues, mis padres me esperaban y no creo que me dejen- Finalizó serio.

-Por eso no te preocupes, hablé con tu madre cuando estaba arriba, dijo que no tiene problema- Mamá, la cagaste.

-Pues… genial- Sonrió forzadamente.

Todos en la familia sonrieron después que él “aceptara” cenar con nosotros. Mi padre hizo una seña con su cabeza para que vayamos al salón principal.

-Lo siento- Susurré mientras caminábamos hacia donde se encontraba toda la familia.

-Descuida- Sonrió de costado para caminar y tomar asiento junto a mí en el sofá.

Mi madre me llamó luego de unos segundos para que pusiera la mesa, lo hice pero con la condición de que James me ayudara, éste, gustoso, aceptó.

Colocamos lo necesario para que cada uno pudiera comer a gusto. Trajeron la comida y todos nos sentamos. Olía exquisito, mi madre si sabe cocinar.

Nos encontrábamos sentados en la punta y frente a nosotros estaba Alberta y Carol quién miraba a James embelesada de la vida, como si éste fuera una perfecta escultura de un artista desconocido. Hemos tenidos grandes disputas con mi tía ya que esta me pedía que me alejara de James ya que Carol estaba enamorada de él. No iba a separarme de mi mejor amigo por esa ridiculez.

-¿Y bien James?- A éste le cambió el semblante cuando mi tía se dirigió a él -¿Tienes novia?- El castaño tragó duro, toda la familia estaba esperando la contestación de su parte. No con el interrogatorio, no de vuelta.

-Pues… no tengo novia- Susurró tratando de sonreír.

-Entonces será difícil casarte ahora ¿no? Si no tienes una relación, digo- Sonrió hipócrita, maldita ¿cómo es que lo sabía?

-Pues, estás equivocada porque con Emily tenemos algo- Habló rápidamente que con suerte pude escucharlo lo que provocó que me ahogara con un trozo de carne.

-¿Qué?- Preguntaron todos viéndome, James, te mataré.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2014 ⏰

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"El engaño perfecto"-James MaslowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora