ma punition [trunks]

dos

Definiría a Goten como su salvavidas en el mar inmenso lleno de peligros llamado vida.

Efectivamente lo estaba siendo ahora, sabía que Goten no dejaría de llamar al menos por quince minutos antes de que él contestara, parecía ser que ese era su tiempo límite, por lo que en el baño terminó limpiando las heridas, puso una toalla en su torso y echó alcohol en ellas haciendo una ligera mueca de dolor, al menos se alegraba de que al ser un sayajin sus heridas se curarían de manera más fácil, salió a como estaba y se puso una pijama púrpura rayada y alcanzó su calzado de pantunflas, todo eso mientras el sonido de llamada de su celular seguía sonando sin parar, que claramente no se detuvo hasta que el mayor contestó.

—¿Qué pasa Goten?—su tono era algo anhelante y de socorro, más sabía que realmente sonaba frío y normal y simplemente sería Goten quien lo notaría.

—No estás bien ¿cierto?—sonaba bastante preocupado aunque no lo suficientemente por la costumbre y porque sabía que hasta ahora no había pasado algún detonante demasiado fuerte.

—No, ya sabes, caí en lo mismo de nuevo.

—Trunks... Te quiero y te quiero bien, sé que por más que te diga que dejes de hacerlo no lo harás, pero inténtalo... Tal vez si le digo a Mai todo lo que pasas ella-

—¡No metas a Mai en esto! Ella es mi novia, no mi madre ni ningún ser superior que haga que mis pesares vuelen.

Ese más bien era Goten, aunque ninguno de los dos se diera cuenta; más aunque Goten lo fuera, Trunks tendría que serlo por sí mismo en su momento.

Por la voz que Trunks empleó claramente molesto, Goten trato de respirar hondo y relucir toda la paciencia, positivismo y alegría que lo caracterizaba.

—Hey, ¿por qué no nos juntamos con Mai y Pares para una cita doble? te haría bien salir de tu encierro Brief.

"Brief" el solo resonar de su apellido lo hacía sentir inservible y miserable, en sus años de vida no había servido nada para la compañía, más allá su madre a su edad había logrado cosas más increíbles y su padre era el guerrero de clase alta que siempre fue.

—¿Tengo opciones?

El silencio de Goten fue un obvio y rotundo no, el de cabellos púrpuras no pudo más que suspirar con pesadez del cansancio mental que tendría al día siguente por lo que tenía que enfrentar ya que aunque fuera una simple salida significaba mucho para su estrés y cansancio mental.

Y no es que no le gustara pasar tiempo con su novia, simplemente que últimamente sentía que todo se había convertido en algo monótono, sí, su relación fue madurando ya que empezó y no se rompió nunca desde que fueron novios por tratar de impresionar a Goten y realmente quedó encantado con aquella niña con apariencia dulce, personalidad sospechosa e inospita; con el pasar de los años se fue haciendo más misteriosa, nunca se lo dijo pero siempre pensó que solo estaba con él por su dinero y estatus a pesar de que en algunos momentos lo hacía feliz, era amorosa, se preocupaba por el, solía mimarlo acogiendolo en sus brazos para tranquilizarlo cada vez que le fallaba la respiración y una crisis de ansiedad venía, jugaba a trenzar sus cabellos para hacer que su estrés se esfumara, era algo amorosa por mensajes, realmente no se podía quejar, simplemente no la estaba amando al 100%

En cuánto a su amigo y Pares él no estaba para juzgar, incontables veces su amigo le dijo que su novia le atraía por su inocencia y pureza, siempre cuando los cuatro salían el problema era que Pares era posesiva con Goten, bromeaba consigo mismo sobre que no sabía de si ella estaba celosa de Mai o de él, ese simple hecho lo hacía reír, pero mientras viera en su amigo una sonrisa no le importara quien lo hiciera feliz mientras lo hiciera y bien.

Esa noche no pudo dormir bien, el hámster en su cabeza se la pasó rodando, la razón: Goten.

Era su mejor amigo, incluso lo vio en la barriga de su madre, sí, Trunks al menos para él había heredado algo de la inteligencia se su madre y recordaba pequeñas escenas, incluso cuando los presentaron y los dos bebés hicieron conección al instante riéndose de sus caras sin dejar de sonreír. Luego crecieron un poco (demasiado rápido) se hicieron juntos más fuertes, unos grandes Sayajin, cosa que no iba abandonada de bromas, peleas sin sentido y juegos; todo transcurría perfectamente hasta que las cosas empezaron a cambiar, una cosa llamada pubertad y persiguiendola adolescencia llegó a sus vidas, Trunks se volvió arisco y Goten nunca dejó de ser carismático y el alma en cada lugar, siempre lo animaba, siempre estaba ahí para él (con claras excepciones de cuando estaba ocupado con Pares saliendo de cita o haciendo cualquier otra cosa, el no se quejaba de ello, también tenía novia pero en ocasiones no entendía por qué se ponía molesto con aquello y dejaba de hablarle a su amigo por algunos días) sabía que su salud mental no era buena y tenía que alguien más lo descubriera, solo Goten lo sabía.

Goten era su caja de pandora.

Y es por ello que se sentía una completa carga para él, ya que, le rogó no contase a nadie sobre su condición, sobre como se hería constantemente, como fingía comer cuando le llevaban la comida a la habitación para después tirarla sin tener apetito, como se iba volando por los aires a terrenos baldíos donde podía romper cosas, construcciones viejas donde se estampada con las paredes hasta sangrar, ver a alguien sufrir de esa manera era algo que no le deseaba a nadie. Sin duda amaba a su mejor amigo

En cuanto a la cita doble, transcurrió relativamente bien, lo normal, salieron de compras con las chicas mientras ellas hablaban de moda, de lo último en ropa y tendencias y ellos conversaban sobre cosas estúpidas, tan estúpidas que ni vale la pena mencionarlas. Llegó el momento en que Mai tomo a Trunks jalando su brazo y pegándose a él cosa que sorprendió a todos ya que no solía comportarse así, pero por esa vez, una vibra extraña se sintió ahí, incluso Pares se sintió excluida, esos dos derramaban un aura tan especial.

—Cariño, ¿podríamos ir a tu casa?—Mai habló bajito con la intención de no ser escuchada por los otros dos.

—¡Claro! vamos todos a mi casa—la chica solo hizo sus ojos hacia atrás haciendo una mueca. No fue molesta para los demás, conocían a Mai, era muy peculiar.

—Hey amigo, parece que te irá bien hoy, vayan a casa, yo acompañaré a Pares a la suya, de hecho hoy cenaremos con sus padres—finalmente Goten rompió la tensión haciendo que Trunks se sintiera traicionado.

Suspiró, asintió y tomó la mano de su chica para con la otra hacer una seña de despedida para la otra pareja.