No Title.

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Querido Andrés, no tengo ni la menor idea del título que ponerle a esto.

Es la 1.37 am en España.

Te voy a dar más detalles.

Un día, quedé con él, mis padres no estaban en casa y estaba sola con mi hermano. Decidí quedar con él, en casa me aburría demasiado.

Aquí en Soria hay árboles muy raros con unos frutos pequeños y morados.

Cogí un puñado de esos pequeños frutos y se los metí por la camiseta, por detrás y por delante. Me empecé a reír como una desquiciada, (creo que esa fue una de las razones por las que me dejó), ya que los frutos le habían llegado hasta los pantalones y lo tenías que ver, Andrés, era super gracioso, si hubieras estado en mí lugar lo entenderías. No sé si has visto a los gatos, cuando se mojan las patitas, las sacuden para secarlas, pues Willi hacía lo mismo. Mientras que íbamos subiendo hacia mi casa, los frutos iban bajando por su pantalón y habían llegado hasta sus zapatos.

Entre que no podía dejar de reírme como una loca y él que me hacía cosquillas, ese día había pasado super rápido.

(Volviendo atrás).

Los martes, me venía a recoger al salir de entrenar. (Mis padres me han apuntado a fútbol, dicen que soy muy vaga y que no me puedo pasar todo el día en el sofá escuchando Heavy Metal). Los martes eran especiales, le veía sentado en esa valla, con esos ojitos que brillaban al verme y esa sonrisa, dios, le echo tanto de menos...

Le contaba lo que había hecho ese día y él atendía, aunque era una gilipollez lo que le contaba, me escuchaba.

Cuando quedábamos e íbamos a la Arboleda, al estar lleno de árboles, (algunos eran castaños), las castañas se caían y yo me reía, ya que varias veces casi le dan.

Me lo pasaba genial con él. A veces me dan las recaídas de hablarle, hace 2 ó 3 días le he hablado, pero no ha contestado, ¿y si le ha pasado algo? Trato de pensar que está bien, ya que si le ocurriese algo me mataría del todo.

Bueno, Andrés, gracias por leer mis tonterías, realmente te lo agradezco, no tengo con quién desahogarme.

Buenas noches, un beso, Andrea.

Le Echo De Menos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora