SIMÓN
Wade Wilson ama a los animales, en especial a los perros, siempre ha querido tener uno, pero su situación económica no se lo permite. Vive con su padre, su madre se fue de casa hace algunos meses, él esta feliz de que haya decidido irse, solo así su padre dejaría de lastimarla.
Le encanta ir a la escuela, pero a veces tiene que ayudar a su padre a trabajar, por lo que le es difícil avanzar de grado, así que probablemente repruebe nuevamente, por todas las faltas que tiene.
Un día de regreso a casa, se encuentra con un hermoso cachorro blanco, de solamente días de nacido; decide llevarlo a su casa, solo espera que su padre no se enfade mucho.
Los primeros días logra esconder al cachorrito, pero después, su padre lo descubre y es golpeado, no le da demasiada importancia, después de todo ya está acostumbrado a los golpes.
A pesar de los gritos y golpes de su padre esta renuente a deshacerse de su amada mascota.
En casa no hay mucha comida, tiene que ayudar a la señora de la tienda de la esquina, para ganar un poco de dinero para la comida de Simón.
Con el pasar de los días, su padre empieza a golpear también a Simón, Wade no puede hacer mucho por defender a su cachorro.
Mientras Simón crece, su necesidad de comida aumenta, maúlla mucho ya que se queda con hambre; incluso si Wade comparte de su comida con él, no es suficiente.
Wade cree que Simón será feliz con otra familia, una donde tenga toda la comida que quiera y nadie lo golpee, pero eso significaría dejar de verlo.
Con tristeza acepta que Simón sería más feliz con otra familia, se dispone a buscar por el vecindario, alguien que quiera cuidar de su perrito, y que le permitan verlo de vez en cuando.
Ningún hogar le convence, decide pedirle ayuda al veterinario del vecindario, quizá el sepa de un lugar donde Simón pueda ser feliz.
Cuando llega a la veterinaria, hay una pareja recogiendo a su mascota, las personas tratan con tanto cariño y cuidado a su perrito, le gustaría que Simón fuese tratado de la misma manera.
La pareja se despide del veterinario de forma muy amable, escucha que están interesados en adoptar otro cachorrito para su hijo, que regresarían la próxima semana.
El veterinario les dice que tiene opciones para que que puedan elegir, se percata de su presencia y le pregunta de manera muy amable. - Necesitas algo Wade, Simón se encuentra bien?-.
- Sí....... yo solo-. Wade no puede hablar, siente que se pondrá a llorar, con la idea de dejar a Simón con alguien más.
- Quieres sentarte, tengo un poco de pastel-.
Wade simplemente asiente, cuando el veterinario va por el pastel, no puede evitar echar un pequeño vistazo a la factura que está sobre el mostrador, por alguna razón se memoriza la dirección en ella (era el de la pareja que hablaba con el veterinario).
Los días pasan, sigue sin encontrar un lugar adecuado para Simón, su padre se está volviendo cada vez más violento.
Una mañana, mientras Wade se prepara para ir a la escuela, su padre borracho empieza a golpearlo, Simón trata de ayudarlo, pero es lanzado contra la pared.
Wade se siente morir, Simón ladraba de manera lastimera y casi no se movía, se siente inútil al no poder proteger a su amada mascota...... como tampoco pudo hacerlo con su madre.
En un ataque de ira y valentía, empieza a golpear a su padre con una escoba, golpea tan fuerte en la cabeza que su progenitor cae al suelo, recoge a Simón y huye sin mirar atrás.
Simón aún respira, pero lo ve muy mal, corre a la casa del veterinario, pero se encuentra cerrada, toca la puerta desesperadamente pero nadie le abre. En su desesperación recuerda la dirección que había memorizado de la pareja que quería un nuevo cachorro, por suerte quedaba cerca si iba a pie.
Corre tanto como sus piernas se lo permiten, llega a la casa indicada en poco tiempo, puede escuchar desde fuera, risas y muchos ladridos; está seguro de que ellos podrán ayudar a su amado Simón.
Envuelve a Simón en su suéter, saca de su mochila su cuaderno y escribe una nota para la familia.
Simón está respirando un poco más lento, se despide rápidamente de él.
- Te amo Simón, pero ahora no puedo protegerte ni cuidar bien de tí, prometo regresar pronto. No me olvides-.Toca el timbre y se enconde detrás de unos arbustos.
Ve a un hombre rubio abrazar a Simón y leer la carta, inmediatamente le grita a alguien, después de algunos segundos sube a un carro con Simón y se van, espera que puedan ayudarlo.
*****************
Peter observa como Simón, su amado perro, mira fijamente la puerta como si esperase algo.
Sabe perfectamente que sigue esperando por su antiguo dueño, el que lo dejó en la puerta hace ya 6 años.
Sus padres buscaron al dueño original, después de algunos días dieron con él, se llama Wade Wilson, pero ya no vive en la ciudad, su padre era muy violento con él, un día lo envió al hospital, después del alta fue enviado a un orfanatorio, del cual escapó, desde entonces nadie sabe nada de él o su paradero.
Simón empieza a ladrar muy fuerte, arañando la puerta insistentemente, el timbre suena, Peter abre la puerta pero no encuentra a nadie, en el suelo encuentra algunos juguetes y una nota.
- Para Simón-.Peter se siente feliz por Simón, finalmente su antiguo dueño regresó, espera que puedan llegar a un acuerdo, ya que no quiere separarse de su amado perro.
Fin.
Gracias por leer.
Perdón por la ortografía y redacción.
Algún día haré una segunda parte.
No se pudo cargar la imágen 😅😪
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Oneshots Spideypool
FanfictionWade y Peter se casan por accidente en Japón. Los personajes pertenecen a Sony, todos los derechos reservados.