Está Bea sentada en la orilla de la playa en el atardecer, al lado de su abuela.
Bea: Es raro estar aquí, hace años que no vengo aquí.
Abuela: Deberías venir más, sin duda es un bonito paisaje
Bea: Y muy relajante. Recuerdo todos los momentos que hemos pasado aquí juntas.
Se miran y se sonríen
Bea: Ójala pudieras venir a mi boda (Empieza a llorar)
Abuela: Estaré, porque tu pensaras en mi. (La mira, y la acurruca con ella)No te pongas triste tú sabes lo orgullosa que estoy de ti, y aunque no me podáis ver, estaré desde algún lugar mirándote.
Bea: Todo cambio cuando te fuiste nada fue igual, si hubiera sabido que sería mis últimas navidades contigo, si hubiera sabido que ese sería nuestro último abrazo...No te habría soltado nunca.
Abuela: No te sientas mal, era imposible saberlo...Pero prométeme que vas a seguir hacia delante y pasando tiempo con la gente que te quiere y te rodea. Y sobre todo vendrás a esta playa y traerás a tus hijos, y le contaras todas las historias que yo te conté aquí.
Bea: (La mira y entre lagrimas le sonríe) Lo haré.
Abuela: Ya es la hora
Bea: ¿La hora? ¿La hora de qué?
Abuela: De despertar (Le sonríe)
Bea: (Mirándola) ¿Es necesario?
Abuela: Sí, tienes que seguir con tu vida
La abuela y Bea se levantan
Bea: (La mira) Te quiero (La abraza)
Abuela: Y yo mucho más
Se abrazan y se acaba la escena