Miles de años atrás, Lucifer visito a su creador, porque en el infierno se corría el rumor de que Dios mandaría a una mujer, para que acabase con el, y el mundo volviera a tener paz, a pesar de que sus dudas fueron confirmadas, Lucifer no tuvo miedo...
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Decir que los ángeles no juzgan seria un error, puesto a que todos lo hacemos.
Ariel estaba siendo juzgada injustamente, todos tenían muchas teorías, algunas ya se empezaban a volver comunes, cosas como: querrá ser mejor que nuestro Dios, querrá apoderarse del reino de los cielos y del infierno, acabara con la vida de todos, teorías que para San Gabriel eran estúpidas. Para el, su sobrina es de un corazón puro, y para los ángeles como, San Pedro, San Carlos, San José, San Juan, San Antonio, San Marcos, San Jorge, y San Miguel solo se preparaban para cualquier catástrofe, para ellos nada estaba seguro, y lo único que sabían por el momento, era, que sea, como se, Ariel y Samael se enamorarían, haciendo que el segundo mencionado se debilite y pierda una batalla, así que lo único que podían hacer era esperar el llamado a guerra, mientras, debían preparar a los ángeles mas jóvenes para la batalla, y tener un plan que les salve la vida.
el se encontraba como de costumbre observando el entrenamiento de los ángeles mas jóvenes, incluyendo a sus dos sobrinos, Ariael y Arael, que por primera vez los observaba distraídos, nerviosos y furiosos. Mientras ambos jóvenes practicaban arquería, San Gabriel decidió acercarse, colocándose primero al lado del hermano mayor.
— si sigues así de distraído no podrás proteger a tus hermanos —
— siempre los protejo — lanzo la primera flecha y como era de esperarse callo justo en el centro del blanco —
— piensas mucho en tu hermana y en tu madre, deberías pensar en ti — Ariael no tardo en enfurecer y hacer a un lado su arco —
— dices eso como si ninguna de las dos te importace, ¿se te olvida que se trata de tu hermana y tu sobrina? — Gabriel hizo una mueca y de seguido soltó un suspiro — ¿como es que puedes ser tan duro? — menciono decepcionado —
— Ariael, debes entender que al igual que a ustedes me duele, yo estuve con mi hermana el día que nació Ariel, el mismo día que murió tu padre, nos dimos cuenta de que no era como nosotros desde el monto en que abrió los ojos, le pedí que hiciera una vida en la tierra y que yo me encargaría de ustedes sin ningún problema, pero... Paimon le dijo que Lilith se encargaría de acabar con tu hermana, gracias a esa decisión ustedes compartieron siglos de sus vidas al lado de su hermana —
— ¿porqué no nos informaron de esto antes?
— por que ninguno de nosotros esta de acuerdo con que una mujer sea quien destruya a Samael, o acabe con la guerra, la desgracia y la injusticia en la tierra, el único que puede cambiar al mundo es Dios, no puede ser Ariel
— San Miguel esta aquí de nuevo, el será quien mate a mi madre, ¿no es así?
— ambos sabemos que Miguel hace muchas cosas a su manera
