001.

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— Atención.

Una bolita de papel y un avión hecho con la hoja del examen anterior recorrieron de esquina a esquina, algunos parados arriba de la mesa haciendo ruidos y sacando la lengua, otro grupo callado intentando leer algún libro, algunos dibujando, varios corriendo entre las mesas y golpeándolas al pasar.

— He dicho atención. Se quedarán limpiando hasta tarde si no se callan.

Un último avión de papel sobrevoló por la sala antes de que un silencio rotundo la inundara, todos tomaron asiento rápidamente y los chicos callados sonrieron de lado, con expresión de victoria.

— Bueno, ahora que todos están prestando atención, sería bueno comenzar de una vez.

Yena dibujaba en su mesa, cargando lo más que podía su lápiz de carbón para que se viera su dibujo. Siguió dibujando, a pesar de ser los primeros días de clases, había pasado ya una semana y no pasaban nada que le interesara realmente, por lo que mucha atención no prestaba en realidad. A pesar de eso sus notas se mantenían dentro del promedio, ni malas ni destacables.

— Sé que es inesperado, pero espero puedan tomarlo con naturalidad. Ella es Jo Yuri y se incorporará desde el día de hoy a nuestra clase, por favor trátenla bien.

Todos hicieron ruido y comenzaron a silbar, los hombres comenzaban a susurrarse cosas entre ellos y algunos ni siquiera se preocupaban de disimular. Yena ante tal bullicio no tuvo más opción que levantar la mirada, por curiosidad a saber qué era lo que causaba tanto revuelo.

— Espero que nos llevemos bien.

La rubia dio una reverencia con ambas manos agarradas adelante y todos volvieron a hacer un griterío hasta que el profesor les diera otra advertencia.

— Bien. Ahora, veamos... En dónde te colocamos. Quizá... ¿Yena? Sí, siéntate al lado de Yena, allá en el fondo, al lado del ventanal.

La pelimorada levantó la mirada, con la boca un tanto abierta y los ojos algo perdidos, dándole una mirada torpe, Yuri asintió y se dirigió por el pasillo hasta llegar al final de él, sin antes no recibir un montón de halagos o silbidos mientras pasaba, todos estaban en esa edad de los quince a dieciséis años en que tienen las hormonas a tope alborotando su sistema. Yuri tomó asiento y dejó su bolso en el perchero del fondo.

Yena desvió la mirada y volvió a su dibujo, intentando disimular las veces en que miraba a Yuri, incluso jugaba con su lápiz y aunque por primera vez en su vida quisiera prestar atención a las clases, la presencia de la hermosa chica hacía que su atención se desviara completamente.

Era el primer día junto a ella y Yena ya sentía su corazón saltando por la ventana. Sería un año seguramente difícil para ella y para su capacidad cardíaca.

Y posiblemente, para sus hormonas también.

classmates;; yenyulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora