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La semana pasó en un parpadear de ojos para todos, Jungkook yendo a la florería después del trabajo y acompañando a Jimin a casa; mientras que Jimin iba a la veterinaria en su tiempo libre, la semana se pasó sin que se dieran cuenta. Ahora era el ansiado viernes por la tarde, Jimin había pedido el medio día libre a su hermana, Jihyo, quien había accedido rápidamente al ver a Jimin tan alegre por su cita, que incluso, propuso darle todo el día libre pero Jimin se negó rotundamente.

Su celular vibró dentro de su bolsillo delantero y no dudó un segundo en sacarlo, sonrió a la pantalla cuando vio el nombre de Jungkook resaltando en sus notificaciones, diciéndole que estaría allí en menos de diez minutos. Guardó su celular de nuevo en su bolsillo una vez respondió a Jungkook y caminó hasta donde su hermana se encontraba. Se paró justo al lado de ella quien estaba limpiando delicadamente las hojas de las filodrendo, metió sus manos en sus bolsillos y fijó su vista por la ventana, se veía todo desde allí, desde las calles habitadas por muchas personas al igual que las tiendas vecinas siendo visitadas.

-Suéltalo.- Escuchó la voz de Jihyo a un costado de él y no dudó en voltear a verla, se había quitado el delantal blanco manchado de tierra y lo había cambiado por el clásico negro que no dejaba las manchas tierra sobre el a la vista. Sus labios se extendieron en una sonrisa genuina al escuchar a Jihyo.

-¿Qué significa eso?- Preguntó tratando de aclarar lo que tenía en mente, él sabía a lo que Jihyo se refería, él conocía a Jihyo a la perfección pero ella lo conocía más a él.

-Lo que te atormenta, Jimin. Sueles ponerte de esa manera cuando hay algo que te está atormentando. Dímelo.- Una carcajada salió desde lo profundo de Jimin, él sabía todo, lo presentía, Jihyo no era para nada tonta. El hecho de que lo conociera como la palma de su mano le causó gracia y rió.

Aún con sus manos en sus bolsillos dejó de reír y volvió su vista a la ventana, veía a la gente pasar por afuera del lugar. Algunos se detenía para ver las plantas que estaban afuera de la tiendo como exhibición, algunos tomaban fotografías de ellas o incluso se daban la libertad de tocarlas y por accidente romper sus hojas para luego terminar huyendo cuando veían que él estaba viendo todo desde la ventana. Así pasaron unos cinco minutos donde sólo escuchaba a Jihyo a un lado de él rociar agua sobre las hojas para luego secarlas.

-He perdido mis lentes de contacto.- No podía ver a Jihyo pero si escuchaba lo que hacía. -Pensé que tenía mis lentes de repuesto aquí pero al parecer están en casa de Hoseok. Estaba seguro de que los tenía aquí por eso no me preocupe hoy en la mañana que no encontré mis lentes de contacto, ni siquiera los busqué. Estaba demasiado ocupado pensando en hoy por la tarde que no me tomé el tiempo de hacerlo.-

Volteó hasta Jihyo para verla, había una expresión extraña que no sabía descifrar, no sabía si lo que sentía Jihyo por él en ese momento era lástima o era empatía. La vio caminar hasta la mesa de la recepción y no espero más para seguirla, sabía que se venía una charla larga con ella. Se quedó del otro lado de la mesa mientras Jihyo la rodeaba y dejaba las cosas sobre esta. Jimin inclinó su cuerpo sobre la mesa dejando que sus codos se apoyaran en esta mientras sostenía su cabeza con las palmas de su mano, listo para escuchar a Jihyo.

-Jimin, déjame ver si entendí.-

Jimin asintió con la cabeza en espera de Jihyo. En ese momento la campanilla que avisaba cuando un cliente entraba sonó pero ninguno de los dos giró para ver quién era, probablemente alguien más atendería a la persona que acababa de entrar o tal vez esta misma interrumpiría su conversación.

-Necesito saber a qué le tienes miedo. Porque es evidente que tienes miedo de algo y estoy segura de saber que es, pero quiero escucharlo de ti mismo.- Jihyo tomó asiento en la silla y se concentró en Jimin, pero este no se atrevió a hablar.

-Tienes miedo de que Jungkook descubra que eres daltónico, ¿no es así?-

-Si.- Jimin suspiró y quitó su cara de entre sus manos.

-¿Por qué? ¿Tienes miedo de qué Jungkook sea igual que Beom Soo?-

-Si.-

-Beom Soo siempre fue un idiota, desde el día que lo trajiste a casa supe que ese tipo no haría nada más que hacerte sufrir, pero te veías tan ilusionado que lo dejé pasar, pero Jungkook se ve diferente, hay algo que me dice que él es diferente Jimin. Solo quiero que todo sea diferente y mejor con Jungkook, que seas feliz esta vez.-

Jimin miró a los ojos a su hermana, podía ver la transparencia de sus palabras a través de estos, estaba agradecido con ella por apoyarlo de esta manera, había sido la única persona que estuvo desde el inicio con él; aparte de su padre, ella lo había hecho aunque no era su obligación, porque aunque fueran familia nadie tenía obligación de estar para toda la vida apoyándote o estando a tu lado, como siempre decía su madre.

-Espero eso también.- Su voz salió casi en un susurro, él de verdad esperaba que con Jungkook las cosas fueran mejor.

-Jimin.-

Tanto como Jimin y Jihyo voltearon a la persona que llamó a Jimin, era Jungkook, estaba parado a unos metros de ellos. Jimin le dio una cálida sonrisa mientras lo escaneaba de pie a cabeza con disimulo, no traía su bata blanca sobre él, en vez de eso venía vestido de una manera que a Jimin lo dejaba loco.

-Jungkookie, no te esperaba tan rápido.- Comenzó a caminar hasta donde estaba él y detenerse a su lado. -¿Listo?- preguntó a Jungkook quién solo asintió y comenzó a caminar a su lado. Jimin se volteó hasta Jihyo para despedirse con la mano, y volvió al lado de Jungkook para comenzar la cita que tanto había esperado.

Flowers    •Kookmin Au•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora