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Cuando terminé de colocar toda mi ropa y demás pertenencias en su debido sitio me tiré a la cama y cerré los ojos. Oí mi tripa rugir y pataleé en la cama porque me daba pereza levantarme. Pero al final lo hice y me dirigí a la cocina.

—Vaya, tienes ropa. –dije al ver a Namjoon vestido en el sofá y leyendo– Wow, y hasta sabes leer.

Él sólo negó con la cabeza sonriendo y siguió leyendo.

—No me ignores, ¿tienes algo de comida?

—Hay comida instantánea en ele frigo. –informó sin ni siquiera mirarme.

Rodé los ojos y fui a abrir el frigorífico. Abrí los ojos al ver tanta comida chatarra y grité. Namjoon vino corriendo preguntando que pasaba y yo miré con incredulidad.

—¿Cómo coño sobrevives comiendo sólo comida basura? Estás demente.

—No sé cocinar, soy un desastre y nadie me enseñó. –se encogió de hombros y yo bufé.

—Entonces cocinaré yo y de paso te enseñaré.

No podría salir tan mal.

Él me sonrió y me abrazó por la cintura como si fuéramos pareja o conocidos de toda la vida.

—¿Me cocinarás con un traje de sirviente sexy?

Abrí los ojos tanto que dejé de ser asiático por unos segundos. lo aparté bruscamente y cogí la sartén.

—¡Guarro! –me abalancé contra él pero huyó a tiempo y comencé a perseguirlo.

—¡Seokjin, Seokjin! ¡No me hagas nada!

Siguió corriendo y gritando hasta que tocaron el timbre. Los dos nos paramos y lo miré con odio esperando a que él abriera la puerta. Cuando por fin la abrió pude ver a la chica que anteriormente había bajado echando humo para callar a los dos chicos.

—Namjoon, ¿qué hora es? –preguntó con una sonrisa cínica que hasta a mí me dio miedo.

—Jennie...

—¿Qué hora es? –volvió a preguntar remarcando cada palabra.

—Las cuatro de la tarde.

—Ajá... ¿y qué pasa a esa hora?

—Tu drama favorito...

—Muy bien, y si lo sabes... ¿POR QUÉ COÑO ESTÁS GRITANDO? –lo cogió de la oreja y tapé mi rostro con la sartén aguantando la risa.

Unas disculpas más tarde se volvió a cerrar la puerta y pude reír libremente ganándome una mirada de odio cortesía de Namjoon. Lo apunté con la sartén divertido y carcajeé un poco más.

—Ya me cae bien.

Él rodó los ojos y me cogió la sartén dejándola en el sofá. Se acercó rápidamente y me puso contra la pared acorraladome y poniendo su mano al lado de mi cabeza.

—No te rías de las desgracias ajenas.

—Tú te lo has buscado. –enfrenté con diversión en mi tono.

—Tú me lo has buscado. –me tocó el pecho con su dedo y ví como sus ojos bajaban de mirar los míos a mirar labios.

Instintivamente me los relamí y me volvió a mirar a los ojos.

—Eres un provocador. –rió y se apartó para desordenar mi cabello. A lo cual fruncí el ceño.

—Y tú un pervertido y un puerco. –me dí la vuelta y me adentré de nuevo a la cocina para buscar algo que pueda servirme para merendar.

[🛌]

Namjoon estaba leyendo en el sillón de nuevo mientras que yo me comía un sándwich de nocilla y queso. Era lo único que había pero estaba bueno.

—¿Podrías parar de hacer soniditos al comer?

—... –lo miré unos segundos sin decir nada y cogí aire para soltar esto lo más calmado posible:– ¿eres gilipollas?

El timbre no lo dejó responder y el que me hubiera levantado rápidamente para abrir tampoco. Me sobresalté cuando recibí un escandaloso "hola" de los chicos que casi se matan cuando subía las escaleras.

—Mi nombre es Jimin y él es Yoongi. –el mencionado levantó la mano sin muchos ánimos– Sentimos haberlo recibido así, ¿es nuevo, verdad?

Asentí y Jimin me sonrió. Namjoon apareció detrás de mí sonriendo. A Jimin se le borró la sonrisa de la cara y ví cómo Yoongi aguantaba una carcajada.

—Vaya, siento mucho que tenga que compartir piso con él.

—Oh, vamos Jiminie, sabes que te encanto.

Jimin se puso rojo de rabia y a Yoongi se le escapó la carcajada. Se llevó un golpe bastante fuerte de parte del más bajito y se calló de inmediato.

—¡Se supone que eres mi pareja y debes de decirle que no me diga esas cosas!

Yoongi me miró tras ignorar el berrinche de su pareja.

—Encantado de conocerte...

—Seokjin, Kim Seokjin.

Me sonrió leve y cogió la mano de Jimin para luego besar el puchero que tenía el menor. Me pareció tierno que Jimin volviera a sonreír después de eso y me hizo querer una relación como la de ellos.

—Encantado de conocerlo Seokjin.

—Igualmente Jimin y Yoongi. –se despidieron y volvimos a entrar.

Lo ví coger el libro del sillón y sentarse en él para seguir leyendo y yo lo miré cruzado de brazos.

—¿Por qué le dices esas cosas a un chico con pareja? –me miró de reojo con la ceja levantada y me sonrió.

—¿Estás celoso? –bufé y negué con la cabeza enfadado por aquella respuesta. Él suspiró y al fin me respondió– Yoongi y yo somos muy buenos amigos, él sabe que yo jamás le robaría la pareja. –dejó el libro de lado y se levantó acercándose lentamente. – Él no es celoso y sinceramente pienso que hacen linda pareja. No me dice nada porque a ambos nos parece divertido ver a Jimin molesto. –cuando se acercó lo suficiente bajé los brazos y los dejé caer a mis costados tragando saliva al tenerlo tan cerca – ¿Contento con la respuesta?

Mirándolo a los ojos asentí y sonrió agarrando mi mentón.

Dios, ¿cómo es posible que le acabe de ver los hoyuelos? se ven hermosos en él...

—Namjoon, estás muy cerca...

—Yeah, that's the point.

No le entendí pero sentir sus labios contra los míos fue maravilloso.

남진 ➧ RoomatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora