ʟᴏs ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴀɪɴsᴡʜᴏʀᴛ. 🍂

•.¸♡ 2 ♡¸.• Nathaniel

Pasaron los días y era hora de volver a las clases. El rubio se puso su uniforme y se arregló pues ahora que no se encontraba su hermano aprovecharía para conquistar a Sang Woo. Ingreso al colegio y para su suerte se encontró con aquel chico quién tenía una personalidad de mierda pero así le encantaba al rubio, los chicos difíciles.

— ¿Hola? ¿Sang?

S: ¿Tu de nuevo? Si que me paras acosando

¡Bingo! Dijo Nathaniel desde su cabecita pues Sang pensaba que era su hermanito y rogaba que aún no le halla dicho su nombre.

— ¿Y bien?

S: No me dijiste nunca tú nombre.

— A si nunca te dije mi nombre, Nathaniel un gusto querido Sang...

Y así iba comenzando con una hermosa amistad hasta el momento en el que Nathaniel se declaró después de unos meses. Lo llevo a la terraza del colegio estando todo nervioso y asustado.

— Sang... No sé cómo te lo tomes esto pero... Me gustas y me gustas demasiado desde el momento en el que te conocí por eso te andaba acosando

Vio como este se quedó helado y sintió un rechazo comenzando a llorar dispuesto a retirarse pero no fue así pues Sang lo beso, en un beso tierno y suave. Desde ese momento ambos fueron inseparables.

Tres años después

Estaban ambos en el hospital ya que la madre de Sang estaba realmente mal. Aquel pálido estaba destrozado y eso lo pudo notar Nathaniel quien tenía las ganas de decirle aquella hermosa noticia.

S: ¿Tienes hambre?

— Si también el bebé lo tiene.

Sang lo miro unos segundos para preguntarle si iba en serio para ver cómo el rubio asentía haciendo que estos dos se abracen mientras derramaban lágrimas en los ojitos de felicidad pero también de tristeza ya que la madre de Sang lastimosamente falleció un 28 de marzo. Toda la herencia se lo dejo a aquel pálido aunque eso causó problemas en su papá y en su hermano pero Nathaniel siempre lo estuvo apoyando y dándole todo el amor posible por que Nathaniel lo amaba demasiado en esos momentos. Todas las madrugadas Sang salía a comprar aquellos Mochis que le encantaba a Nathaniel se notaba que tenían un amor increíble pero siempre habrá una traición.

Nacieron los dos hermosos mellizos pero nacieron a los 7 meses así que tuvieron que estar en la incubadora un tiempo. Cuando salieron ellos dos eran los papis más felices del mundo pero acá viene la traición.

“Si, te engañe con el pero tú ya no me prestas atención ¿Que mierda quieres que haga?”