Parte 3

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Y si, como era de esperarse, alguien llegó y le demolió todas esas murallas que con tanto odio habia contruido, con una sonrisa le voló los pensamientos y llegó a calar hasta lo más profundo de su alma. Tenía mucho miedo, pero sabía que no podía dejarlo pasar, era su ángel, el que venía a buscarla, específicamente a ella.

A él lo volvía loco esa manera suya de saltar y la forma en que reía cuando creía que nadie la miraba. Ella era su ángel. Ella lo salvó. Y él, la rescató de su oscuro escondite.

Poco a poco logró, con mucho esfuerzo y persistencia, que ella sonría un poco más, que hable un poco más, que ame un poco más. Llegó a exaltarla y hacerle creer que nadie podía contra ella. Le devolvió esa seguridad que había dejado en el camino. Le prestó vida para que riera un poco más, él sabía que el mundo necesitaba de su risa, no podía ser una más entre la gente, ella había nacido para brillar y dar luz, no para esconderse en el roncón de su habitación.

Así su relación creció, ella ya se creía que era hermosa, que valía algo para alguien, descubrió pasiones y que lo que al mundo tanto le faltaba, ella lo tenía en sus manos, en sus ojos, en su risa. Cuánto rió, llenó los jardines de carcajadas y bailó con cada una de las flores. 

Ver el sol caer se convirtió en su actividad preferida, pero ella no sabía que a él le encantaba porque podía mirarla sin que ella lo note, podía verla feliz, disfrutaba de que ella habia vuelto a vivir. 

Entre tantos años juntos su calendario se lleno de sueños, planes, obras de arte, fotos y sonrisas. Compartian sus pasiones y lo que más le encantaba a él era mimarla, con lo que sea, con un mensaje, con una canción, con un atardecer, con una atención especial en esos días que recaía.

Hablando de eso, entre todo lo hermoso que vivieron, sí existieron recaídas, donde ella no daba más. Pero ahora todo había cambiado, ya no la dejaban empaparse en sus lágrimas, sino que habia alguien que no permitía que alguna de ellas se interpusiera en su sonrisa, que le opaque su brillo y apague su luz. Con tanta paciencia y amor se encargó de poner cuidadosamente una curita en cada herida que otros habían dejado. Asumió toda la responsabilidad de volverle la vida, que no le importaba nada y daba todo para que ella vuelva a ser esa niña que escondía.

Para ella, nunca nadie fue como él.

y para él, nunca nadie fue como ella.


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⏰ Última actualización: Apr 17, 2020 ⏰

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