Lo más alto del cielo

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La noche era estrellada y brillante, lo más perfecto y fantástico que alguna vez se vio en el hermoso y relajado pueblo de Gusu; las personas recorrían las calles silenciosas, saludando con pequeñas reverencias de cabeza.

Este lugar, aunque era muy conocido y recurrido por gran cantidad de personas, no solía ser muy bullicioso en las noches, la gente local solía cerrar sus tiendas poco antes de las 9, las leyes eran muy estrictas en esta zona del mundo, se crearon reglas muy rigurosas para mantener la paz entre la sociedad.

Eran exactamente las 9 de la noche, cuando un joven alto y apuesto, con cabello largo y de color negro como la misma noche, pasaba por una avenida ya desolada, su nombre es Lan Wangji, el cual se dirija con toda tranquilidad a la tienda de antigüedades que tenía su tío. No es que deseara romper las reglas saliendo a estas horas de la noche, sino que su hermano mayor lo mandaba para recorrer una carpeta muy importante que había dejado en ese lugar.

Este joven muchacho llegó a su destino sin mostrar reacción alguna y, con una pequeña llave de color dorado, abrió la puerta de la tienda. Se adentro en el lugar encendiendo las luces al cerrar nuevamente la puerta, con la misma expresión guardo la llave en el bolsillo derecho de su pantalón, tomo paso hacia el gran mostrador para empezar a remover los documentos en sus grandes cajones para encontrar lo que su hermano había pedido. pronto halló lo que buscaba y al guardarlo en su mochila estuvo dispuesto a dirigirse a la puerta, sin embargo, algo con un rojo llameante, capturó por completo su atención.

Lan Wangji se dirigió al objeto mirándolo con mucho interés, se trataba de una caja de madera, no sabía mucho de cajas, pero podía ver que era de gran calidad. Sujeto la caja con delicadeza (muchos dirían que con elegancia), era más grande que un cuaderno pero no tan ancha como el cajón de una alacena, podía sentir un pequeño peso en ella y sin pensarlo demasiado decidió agitarla, notando de inmediato un pequeño sonido provenir de su interior. Sin dejar de ver la caja camino hacia el mostrador dejando lo que estaba en sus manos sobre el; jamás había visto algo parecido, las personas no solían vender este tipo de cosas en la tienda, era muy hermosa y delicada; se propuso abrirla, sin embargo al estirar la mano para hacerlo su celular comenzó a sonar.

Al sacarlo de la bolsa de su chamarra, noto que su hermano le estaba llamando, rápidamente contesto aclarando su garganta que sorpresivamente estaba más seca de lo usual, la presión del momento parecía que lo tenía en un suspenso abrasador.

-Wangji ¿Encontraste la carpeta? -se escuchó la voz de su hermano-

-Si hermano, ya voy hacia la casa -su voz sonó relajada, demasiado suave, no parecía que hace unos segundos su corazón latía por la grata emoción de abrir una caja- ¡Lan Xichen! -se alcanzo a oír alguien por el celular, repitiendo el nombre de su hermano-

-No tardes demasiado, hermano ... -Xichen colgó la llamada y Wangji guardo su celular soltando un suspiro-

Rápidamente miro la caja sujetándola para después salir a toda prisa de la tienda; si tardaba más su tío probablemente se enojaría con él y eso sería lo menos que quisiera.

Cuando por fin llegó a su casa, abrió la puerta con sumo cuidado y al entrar se encontró con su hermano, sentado en las escaleras, miraba su celular con atención, probablemente mensajeando con su novio por la sonrisa que cargaba; Wangji se acercó a él tocando su hombro con delicadeza, este volteo tan de prisa que pareció que se rompería el cuello.

-Wangji que bueno que llegaste. Tardaste demasiado, casi son las 10 y el tío se fue a dormir, le dije que fue mi culpa que tardarás tanto, así que no creo que te regañe mañana. -hablo su hermano de manera apresurada, pero sin causar mayor reacción en el menor-

Lo más alto del cielo -WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora