Hoy se celebró la coronación de Gaara, dos meses antes de lo que debió ser. Aquel día, por más que Gaara se esforzó en llegar a tiempo no lo logró, no sabemos que pasó cuando llegó al castillo, no ha querido hablar con nadie de ello, lo único que sabemos es que el rey Raza murió.
Por motivos de seguridad asignó a un guardia personal para cada miembro de su familia. A mi, al ser básicamente la única mujer soldado, me asignó quedarme todo el tiempo junto a Temari-sama.
Cinco minutos atrás nos mandó a llamar, a lo que es su primera reunion como rey, por lo que ahora nos encontramos camino a la sala de reuniones, Temari-sama y yo nos hemos vuelto amigas, por así decirlo, no tengo permitido dejarla en ningún momento, a menos que el mismo Gaara lo ordene.
Cuando entramos en la habitación en la que fuimos citadas me percate de la presencia de gente que no conocía a demás de la familia real y sus guardias.
A partir de la muerte del antiguo rey no habíamos vuelto a ver a la, ahora, ex-prometida de Gaara ni tampoco sabíamos nada de el padre de esta, de un día a otro todo su reino había desaparecido y en su lugar solo había un enorme lago, lo que nos llevó a pensar que se pudo haber hundido, pero tras días de búsqueda sin ningún resultado terminamos desechando esa idea.
-Ahora que estamos todos podemos comenzar―Dijo quién estaba al lado del principito.
-Hace dos días recibí una carta de nuestros aliados de la hoja―Comenzó a decir Gaara―Decía que Akatsuki los había atacado, hirieron a varios de sus luchadores e incluso causaron daños en su pueblo, en esa misma carta daban información sobre los dos integrantes que realizaron el ataque y uno de ellos es nativo de la arena, Akasuna No Sasori y su compañero Deidara―Gaara se detuvo viéndome con algo de culpa y después siguió―Inconscientemente he puesto en peligro a mi familia dejando a mi hermana a cargo de una persona sospechosa, pero eso ya no será así.
¿Qué rayos? ¿Sospecha de mi?
A penas recuerdo algo, ¿Y cree que soy sospechosa?-A partir de hoy mantendre a la sospechoza cerca de mi en todo momento y se tomaran otras medidas acerca de la seguridad, tanto de mi familia como del resto de habitantes de mi reino, dicho esto pueden retirarse.
Me quedé quieta viendo como todos se iban retirando de la sala, ese príncipe idiota me va a escuchar.
-___, vamos―Me dijo Naruto jalándome a la salida-.
-Dame unos minutos, Naru―Dije para comenzar a acercarme a Gaara―Tu, mapache, ¿Vas en serio? ¿Sospechosa?¿Me consideras peligrosa? ¿De verdad?―Su inexpresivo rostro me ponía aún más nerviosa-.
-Tranquila―Dijo con voz calmada mientras sostenía mis manos, que en algún momento había levantado sin querer gracias a mí enojo―Para el consejo eres sospechosa, para mí no, pero es necesario hacer que el pueblo se sienta seguro.
-Bien―Dije aún algo enojada, pudo habermelo explicado antes y así no tendría que pasar esto, a demás parece que no le importara, sigue teniendo la misma expresión fría de siempre, con ese sonrojo... ¿Sonrojo? De hecho eso es nuevo, que raro.
-Creo que Naruto te espera para entrenar―Menciono señalando con la mirada a mi amigo, pero yo no me moví, había algo que me lo impedía y cuando deje de sentirlo me di cuenta-.
-Si, me voy principito, pero la próxima vez dime las cosas antes―Sali caminando lo más rápido que pude, tratando de mantenerme calmada-.
-___, ¿Que es lo que pasó?―Pregunto a la vez que me daba codazos-.
-Nada, y quita esa cara bobo, pareces un pervertido―Reclame mientras ponía mis manos destras de mi espalda, como si las ocultara-.
-Si, si, claro.
Durante el resto del día hice mis labores normales, ahora que no estaba a cargo de Temari-sama, solo me quedaba entrenar y hacer guardia, no es lo más divertido del mundo, pero al menos tenía a Naruto cerca, cosa que espero no cambie.
No paso nada fuera de lo común, pero aún así ese día se sentía diferente, extraño y no de una mala manera, solo que veía las cosas distintas, incluso me quedé contemplando las rosas rojas cuando salimos a dar una vuelta al jardín.
El entrenamiento no me había parecido tan duro y el tiempo de patrullaje paso volando, me pregunté varias veces en el día acerca de lo que quería decirle a Gaara cuando llegué al pueblo, no había pensado mucho en eso, pero en realidad importa.
Los ojos rojos de esa persona que me privó de mis recuerdos y quizá parte de mi personalidad, todo eso se venía a mi mente y aún así no podía sentirme triste, no ese día.
El sol cayó y con ello la luna y las estrellas se apoderaron del cielo, haciéndolo lucir incluso más brillante que cuando era de día, yo intentaba formar figuras con las estrellas mientras estaba acostada en el césped del jardín, mis manos, por alguna razón, se sentía cálidas aunque la noche fuera fría.
-___―Llamó Naruto a mi lado―vamos a dormír, sabes que necesito que estés allí.
-Naru, ¿Tu querías mucho a Sasuke?―Le pregunté mientras caminábamos hacia nuestra habitación-.
-Si, lo amaba―Respondio con una gran sonrisa-.
-¿Por qué? ¿Qué hizo para que lo quisieras?
-___ㅡRió un poco―No hay un motivo para amar a alguien, no tiene lógica, solo pasa.
-Pero, no puedes amar a alguien que no ha hecho nada para merecerlo, ¿O si?―Mis preguntas podían parecer tontas a los oídos de Naruto, pero aún así seguiría hasta quedarme sin dudas-.
-Quizá no amarla, pero tú no elijes a la persona que te gusta―Dijo con obviedad-.
Narrador.
Los dos amigos caminaban lentamente por los pasillos, mirándose a los ojos, esperando encontrar las respuestas que buscaban.
-Y...―Pronuncio ella mirando sus manos―¿Cómo sabes que alguien te gusta?
Su cara de confusion solo le provocaba risa a su amigo, aunque el tampoco sabía cómo responder a esa pregunta.
-Solo lo sabes....
Y así la plática termino con una última mirada y la puerta de su habitación.
Ambos, ya listos fueron a dormir, acostados uno al lado del otro, pero la duda no se podía quedar allí.
-___....―Murmuro a lo que ella respondió solo con un sonido―Dime, ¿Que hacían Gaara y tú tomados de las manos..?
~Blakkel~