Diario de nuestro silencio

Capítulo I

- ¡Yukio!- gritó el mayor de los hermanos-. No quiero ir a la biblioteca... es fin de semana- protestaba en vano mientras era arrastrado hacia una mesa de trabajo de aquella biblioteca ancestral.

- Nii-san debes estudiar, te lo advertí- sentenció el otro y un brillo severo hizo callar a su hermano-. Reprobaste el examen de Jerarquía Demoníaca y no lo dejare pasar. Te quedaras aquí hasta que entiendas versa y viceversa ese tema o yo mismo me encargare de que la entiendas, por las buenas o por las malas- advirtió con aura maligna al tiempo que se acomodaba los lentes. Rin se limitó a sentarse, sabía que era inútil resistirse.

Mientras él esperaba sentado Yukio se perdió entre los estantes buscando la bibliográfica adecuada para su hermano. Limitándose a esperar se fue sumiendo en el silencio que inundaba aquel recinto del saber, ya comenzaba a cabecear cuando un ruido sordo lo caso de golpe de aquel estado.

- Puedes comenzar con estos, nii-san- dijo acomodando una pila de libros que intimidaron al otro-. Volveré en un rato, por favor esfuérzate- dijo con una tierna sonrisa al tiempo que acariciaba suavemente el cabello de su hermano mayor a manera de despedida. Hecho esto se retiro de nuevo.

Al quedarse solo, miro con hastío la pila de libros; no quería siquiera hojearlos pero Yukio se había tomado la molestia de ayudarle y sentía que se lo debía. Tomo el primer libro de aquella torre, un libro de pasta dura color verde: "Conceptos Básicos de Demonología". Paso las hojas hasta el índice, historia del Gehena y cosas por el estilo. Suspiro armándose de valor y comenzó a leer, quince minutos después cerro el libro y tomo otro con pasta roja: "Terminología demoniaca", y lo leyó por diez minutos; repitió la acción con los demás libros de la pila. Resignado dejo caer su cabeza sonoramente sobre el escritorio.

- ¡No entiendo nada!- farfulló-. Maldito cuatro ojos, por lo menos me hubieras traído algo que entendiera...- soltó renegando pero pronto tomo una resolución-. No puedo depender siempre de Yukio, yo puedo encontrar solito algún libro en este lugar sin ayuda- y se internó en el laberinto de estantes mientras observaba con cuidado los lomos de los libros, hasta que uno sin título le llamo la atención. Fue una sensación extraña, como si el libro lo llamara, no tenia portada, ni titulo y las páginas estaban en blanco-. "Qué libro tan raro"- pensó dándole vuelta al extraño volumen.

- Nii-san ¿Qué haces aquí? Deberías estar estudiando- le regaño el menor de los Okumura-. Si sigues perdiendo el tiempo...

- ¡No pierdo el tiempo, cuatro ojos!- se defendió el aludido-. ¡No le entendí a tus libros de abuelita y estaba buscando uno más fácil!

- ¿Más fácil, nii-san?- se mofó sobándose el puente de la nariz-. Si no puedes lidiar con esto ¿Cómo planeas volverte Paladín?

Este último comentario caló hondo en Rin. Él sabía que debía esforzarse para llegar a ser Paladín, como su padre, y que Yukio, la persona a quien más amaba en el mundo, le recordara que estaba lejos de su meta lo lastimo. Presa de la desesperación y un lapsus histérico arrojo con precisión el libro acertándole a la nariz de su interlocutor al tiempo que gritaba.

- ¡Ya lo sé, estúpido cuatro ojos!- Yukio se limitó a llevarse las manos a la cara inclinándose hacia el frente aturdido. "Ahora si va a matarme" pensó asustado Rin- O... oee, Yukio, lo sien...- la frase quedo en el aire, ni siquiera Yukio tuvo tiempo de enojarse dado que una columna nebulosa se alzo frente a ellos y comenzó a expandirse hasta rodearlos. Instintivamente Yukio corrió hacia su hermano y entonces... todo se obscureció y a la distancia alguien sonreía.

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Hola, hola!! gracias por leer!

Esta historia estaba colgada en fanfiction, soy la misma Luna Draken XD. La unica diferencia es que ahora tengo mas tiempo para escribir asi que tratare de continuarla y posteriormente terminarla, si tienen dudas, que no sean spoiler o sugerencias compartanlas y ¿quien sabe? las agrego pronto ;)

Hasta la proxima!