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En los eventos que organizaban los jóvenes del instituto de arte de Seul era poco común ver a Park JiMin aparecer por allí. Si bien era alumno regular, no le gustaba asistir a los eventos, prefería quedarse en casa a dormir como el marginado que era. Pero esta vez era diferente ¿Por qué? Porque se enteró que un grupo de jóvenes harían un dance cover de Ringa Linga, la canción de su precioso TaeYang; su mayor ídolo en el mundo mundial según el. Quería ver a esa bola de inexpertos tratar de imitar al adonis de TaeYang, si algo le gustaba hacer en la vida era burlarse del fracaso de los demás.

Ah, y claro que también había ido a ver a YoonGi y JungKook, sus mejores amigos quienes le habían tenido que insistir mucho para que asistiera a verlos cantar y rapear.

Cuando estuvo en el lugar se sintió pequeño, había mucha gente en el salón esperando a que comience el show y las cortinas del gran escenario se abran de una vez. Por milagro Jin vino a su rescate, al parecer había asistido para ver a su novio, un chico rubio llamado NamJoon del cual JiMin no sabía nada.

Fueron a la parte delantera entre empujones e insultos subidos de tono, pero todo sea porque el pelirosa era un enano con piernas cortas que no veía nada detrás de tantas chicas con tacones altos.

—Es raro verte por aquí —decía Jin mientras de sus bolsillos sacaba chupetines, uno para JiMin y otro para él.

—Me obligaron a venir, qué podría decirte.

El rubio rió y unió su brazo con el suyo.

—Te divertirás, algunos de estos jóvenes tienen talento de verdad.

"Lo dudo" pensó JiMin.

El espectáculo por fin comenzó y un grupo de muchachas salieron a cantar al estilo americano. Le siguieron varios, estaba siendo entretenido y JiMin observaba en silencio sin rechistar, aunque le molestaba un poco el ruido y alboroto que causaban los chicos. ¿No podían estarse en silencio? También salió el novio de Jin, este no se lo dijo pero pudo deducir que era su novio por la forma en la que su amigo lo alentaba. No iba a mentir, el chico era bueno rapeando y tenía una confianza en el escenario que pocas veces se podía apreciar.

—Estoy tan orgulloso de él —murmuraba Jin cuando su novio NamJoon se retiró.

El pelirosa sólo se le quedó mirando y le dió palmaditas en la espalda en forma de aliento.

Por fin el turno de sus amigos había salido y prestó un poco más de atención. Creyó que las voces de ambos hacían sincronía perfecta puesto que ambos eran gruesas, solo que JungKook cantaba y YoonGi rapeaba. Les dió un aplauso merecido y les regalo el pulgar de su mano hacia arriba.

—YoonGi estaba rojito, es un amor —comentaba su acompañante.

—Sí, un amor... —respondió con sarcasmo que fue pasado por alto.

YoonGi era todo menos un amor. Un viejo fanfarrón que lo único que hace todo el tiempo es gritar, quizás.

Pensó que ya podría irse a casa, ya había visto a sus amigos y ya tenía la deuda saldada. Sus pobres piernas dolían de tanto estar parado.

—Es hora de que me vaya a casa Jin, se está haciendo tarde...

—¿Qué? ¡Pero te pierdes lo mejor JiMin! Ahora vienen mis bebitos HoSeok y TaeHyung...

—Pero se me hará tarde y puede ser peligroso —insistió sin hacerle caso.

—Te llevaré a casa luego ¿vale? Me traje la camioneta de papá, no te preocupes por eso.

—Pero...

—Pero nada, te quedas y punto.

Suspiró cansado y derrotado, asintió sin ganas y siguió en su lugar sin moverse ni quejarse.

Al escenario salieron un total de diez chicos, todos muy altos y con cuerpitos recien salidos del gimnasio. Serían ellos los que harían el dance cover así que prestó toda la atención que podía, aprovecharía y al mínimo error haría la critica del año. La música empezó a sonar y los chicos a hacer lo suyo.

JiMin quedó expectante, observó todo con cuidado, lo pensó reiteradas veces y sacó la conclusión con el dolor de su alma que aquella coreografía estaba demasiado ensayada, pues aún no había ningún error. Aún. Miró a los chicos uno por uno, quizá habría alguno que se salvase.

Y claro que lo había.

El pelinegro con flequillo en la frente y gorro de lana llamó su atención ni bien lo vio. Todos estaban vestidos de la misma forma, pero simplemente ese chico tenía algo especial. Era alto, delgado pero musculoso; JiMin podía notarlo al ver aquellos brazos sobresalientes y duros a la vista. Sus piernas y trasero también se veían muy duros, algún día querría darle una nalgada a aquel culito. Pero prestó un poco más de atención a lo que tenía sobre sus piernas, que con pantalones holgados él podía notarlo perfectamente. Bien, el niño ese tenía un gran pene allí y eso le encantaba. El tipo se movía bien, genial, espectacular... concentrado moviendo las caderas y piernas se veía muy caliente.

El que también estaba caliente era él mismo, no podía evitar pensar que ese chico era exactamente su tipo. Si bien todos pensaban que era un pan de Dios, el podía ser de todo menos un inocente. Le gustaban los altos, musculosos y grandotes, que sepan bailar y que tengan bonito rostro. Si bien soñaba muy alto y quizá ese bombón de chocolate sólo se quedase en sus pensamientos puesto que alguien así jamás le haría caso, podía permitirse mirarlo todo lo que sea.

Para su suerte se había puesto una camiseta que le llegaba hasta más abajo del trasero ese día, de esa forma no se lograba ver la dolorosa erección que estaba teniendo. Guardo sus manos en los bolsillos de su chaqueta azul de cuero y sintió ganas de hacerse bolita.

Todo terminó muy bien y perfecto, ningún error, movimientos certeros y un público feliz.

JiMin ya tenía un crush en el instituto y se aseguraría de salir a los recesos sólo para verlo.



















Apóyenme en este minific como lo hacen con los demás, por favor. 😔💕
Todos los créditos a la hermosa ratakuk. ✌❤

Sya.

𝐂𝐫𝐮𝐬𝐡 [𝐕𝐌𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora