Nuevas vidas.

Capítulo 2: Lucy

Hola, mi nombre es Lucy, y si estás leyendo esta historia, es porque ya no existo en este mundo. Espero que la disfrutes, sobre todo si tienes una misión que cumplir, como yo he hecho.

Me levanto de la cama, me estiro un poco, y dirijo lentamente mi mirada hacia la ventana. Las nubes parecen estar más bonitas que de costumbre... Hablando de nubes...¡¡¡ Hoy había quedado con mi mejor amigo!!!! Es su cumpleaños e íbamos a ver las nubes. A ver, calma. Son las 10:30, y he quedado con él a las 10:55. Voy a mi armario lo más rápido que puedo, cojo lo primero que pillo, y bajo como un rayo las escaleras. Mis padres están en el salón, mirándome estupefactos.

-Bueno mami, papi, me voy que llego tarde al cumple de Taro. Digo jadeando.

Mis padres echan una carcajada.

-Pero cómo vas a ir con esas pintas, cariño- Dice mi madre con una sonrisa de oreja a oreja. La sonrisa de mi madre es la más bonita que te puedas imaginar. Transmite paz y calma. Me gustaría tener una como la suya.

Mis padres al verme  dudosa, vuelven a reírse. Bajo la mirada y veo que me he puesto otro pijama. Claro, como tenía tanta prisa, no me dí cuenta de lo que me había puesto. Me sonrojo.

-A parte, no te puedes ir sin peinar, cielo. -Dice mi padre mientras iba a por un peine. Es cierto, tengo unos pelos de loca. Pero oye, oye que yo me sé peinar -_-*

Me empieza a peinar suavemente. Me encanta que me peinen, no sé por qué, pero me encanta. Mi madre va a mi habitación para cogerme algo de ropita. Me trae una camiseta rosa, con un gatito dibujado, y unos pantaloncitos negros que están cortados por debajo de las rodillas. Mi padre ya ha acabado de peinarme, y le doy un beso en la mejilla. Me voy al baño para ponerme la ropa que mi madre había escogido, para después por fin irme. Miro a ambos lados.

-Oye, ¿¿y Yonaka??-Pregunto dudosa al no verla por ningún lado, ya que siempre suele estar en el salón. Ella es mi hermana. Tiene mi misma melena rubia y unos ojos carmesí, como los de mi padre. Yo, en cambio, los tengo azules, como los de mi madre.

-Está en su habitación, me ha dicho que nadie la moleste.- Comenta mi padre.

-Bueno, supongo que luego la veré.- Digo mientras suspiro.- No me entretengo más, me voy con Taro. Adióooooos. 

Mis padres me devuelven el saludo. Al abrir la puerta, me encuentro a Taro (o como a mí me gusta llamarle, Tarito ^^) Tiene el pelo castaño corto y parte de él, recogido en una coletita. Me parece muy tierno. Tarito me lleva gustando desde los 3 años y espero que él sienta algo por mí, aunque creo que somos bastante pequeños aún. Tenemos 9 años y él, recién cumplidos.

-Ho-hola, Lucy... Como tardabas tanto, pensaba que te había pasado algo y decidí venir a tu casa.-Dice Tarito algo sonrojado.

-Ay, lo siento muchísimo, he tenido algunos problemillas... Pero eso no importa, ¡¡¡¡Feliz 9º cumpleaños!!!! -Contesté súper animada.

Tarito se sonroja aún más. 

-Gr-gracias. -Responde él. -¿Bueno, nos vamos al campo para ver las nubes?

Asiento con la cabeza. Me extraña que no haya invitado a gente para su cumple. Sólo me ha invitado a mí. La verdad, él tiene bastantes amigos y no sé por qué no ha invitado a alguno de la clase. Nos dirigimos hacia  una colina que estaba muy lejos del pueblo donde vivimos. Allí se puede notar una leve brisa que te puede dejar dormido al instante. Ese es nuestro sitio favorito. Al llegar allí, instantáneamente nos tumbamos en la fresca hierba. 

...

-¡¡Qué bonitas están hoy las nubes!! -Digo asombrada.

A Tarito se le dibuja una pequeña sonrisita en la cara.

-Pero tú lo eres más- Contesta él. 

Madre mía, tenemos 9 años y ya sabe buenos piropos. Obviamente, me sonrojo muchísimo.

-Vaya, n-no me lo esperaba. Jeje... -Digo mientras suelto una risita nerviosa. Vuelvo a dirigir la mirada hacia el cielo. - Esto es como un regalo para la vista...

No sé por qué, pero eso me hace recordar que olvido algo... ¡EL REGALO DE TARITO! Con tanta prisa normal que se me haya olvidado. Trato de calmarme para explicarle que se me había olvidado su regalo.

-Emmmm, Taro...-Digo nerviosa.

-¿Qué pasa? No me dejes en ascuas. -Responde intrigado.

-Ay, perdóname, es que se me ha olvidado tu regalo en mi casa, ya sabes, tenía prisa y...

Tarito me interrumpe.

-No pasa absolutamente nada, Lucy. Aunque yo creo que ya me has dado tu regalo. - Me dice.

-¿Cuál?- Respondo dudosa.

-El estar aquí, contigo, admirando las preciosas nubes.

En ese momento casi me muero de ternura. Pero yo no me rindo y le insisto que quiero darle su regalo. Es un dibujo que he hecho yo de él y yo. Tarito se ríe y accedió a que fuera a por su regalo. Quiso acompañarme, y yo le dejé.

Mientras tanto...

-Yonaka, hija... ¿Qué estás haciendo tanto tiempo encerrada? -Grita mi madre.

La única respuesta fue el sonido de la puerta abrirse, mientras salía un afilado cuchillo. Pero mis padres no se dan cuenta. Yonaka baja las escaleras con el cuchillo detrás de ella.

-Nada mamá, me había quedado dormida- Dice ella.

Mi padre se da cuenta de que esconde algo nerviosa.

-¿Qué tienes ahí escondido? -Pregunta él.

Yonaka baja la mirada y suelta una leve risita.

-Papá... Mamá... Lo siento, pero estorbáis.

-¿Q-qué quieres decir con eso? -Grita mi padre.

El cuchillo empieza a asomar por detrás de Yonaka. Los gritos empezaron.

...

Holaaaaaaaaaa. Ay madre, esto es muuuuy largo, perdón. Me gusta enrollarme mucho contando historias. Weno espero que os esté pareciendo interesante. (Que no creo) Sé que hay fallos, perdón. Ya los corregiré. -_-* Heh, me gustaba la idea de que Tarito-kun fuera muy romántico. No c, me parese muy lindo. Bueno, ya continuaré la historia. Pero a Lucy le gustará otra persona... EWE Nah, broma... O tal vez no? Bueno... Byeeeeeeeee Si queréis que incluya fotos de los personaje, me lo decís. Que yo dibujo y me encanta dibujarlos. Venga, Tarito x Lucy

Ahora sí, byeeeeeeeeeee. 

Que kk de historia.