Melanie Valverde, una chica de 16 años como cualquier otra, con un hermano mayor insoportable, Federico Valverde. Esta chica cada tarde soporta a los amigos de su hermano ya que no puede salir porque es "muy pequeña", hasta que su hermano trae a un...
Qué día tan perfecto, 15 de enero, el peor día del año, mi cumpleaños, se preguntarán por qué pienso que es "el peor día" sencillo, mi mamá organiza una fiesta aburrida para una niña de 5 años, se los juro es horrible, la vergüenza de mi vida.
Tocaron mi puerta, obviamente eran mamá y Federico, con su estúpida canción de feliz cumpleaños y un pastel del tamaño de una nuez.
-Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz -entraron Federico y mi mamá a mi habitación, cantando.
-Felices 17 mi Mel -dijo mamá.
-Creo que hoy no es mi cumpleaños -dije con la esperanza de que pensaran que hoy en verdad no era 15 de enero.
-Claro que lo es, jamás olvidaría cuando llegaste al mundo a las 21:34 pm... -dijo mi mamá empezando como cada 15 de enero a contar su aburrida historia de cómo nací.
-Si, ya entendí, bueno voy a ser sincera, y lo diré rápido, no quiero una fiesta porque las que me haces no me gustan, así que no, no quiero nada, si? -dije rápido y con miedo a que mamá me dijera que igual me haría la fiesta.
-Ay, cariño, igual no ibas a tener fiesta, te conozco ya estás muy grande para esas cosas -mira quien lo dice, la mamá más infantil que conozco.
Federico iba a traer a sus amigos, y yo a los míos para hacer una mini fiesta NO INFANTIL, mamá se quedaría en casa de mi tío y no volvería en toda la noche ¡Perfecto!
Estaba terminando de vestirme, elegí algo simple, pero lindo.
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Bajé y ahora estaba él, maldición, Federico lo trajo, porque de todos los amigos de Fede, tenía que venir Tony, está bien, no voy a mentir, la última vez que nos vimos no estuvo mal.
Fede se había ido a dormir, y ya la fiesta estaba terminando cuando sentí que alguien jalaba de mi brazo.
-Tony, ¿Qué pasa? -dije casi en un susurro.
-Te recuerdo que no terminamos lo que teníamos pendiente -me miró y prosiguió -por cierto, estás más bella que nunca -dijo antes de que mis labios tocaran los suyos, como los extrañé.
-Tony, esto está mal -dije mientras me llevaba a mi habitación.
-Melanie, quiero que sepas que te amo, y sé que tú a mí también, así que no tiene caso ocultarlo.
Nos besamos hasta llegar a la cama, yo saqué su camisa y luego él mi vestido. Pasó la noche y puedo decir que fue la mejor de mi vida, se preguntarán si pasó, y si, pasó.
Desperté y Tony estaba dormido, se veía tan lindo que no quise despertarlo, me levanté, me di una ducha rápida y tomé la pastilla del día después. Cuando salí, ahí estaba él, mirándome me dijo:
-Gracias por lo de ayer.
-Amm, si, creo que estuvo bien.
*¡Bien! Melanie, es lo único que se te ocurrió decir.*
