Capítulo 8

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Pov. Poché

Por un momento estaba perdiendo los estribos en la habitación pero como esta la situación, lo mejor es no tener ningún tipo de discusión, después cuando tengamos a Emma, hablaré con Daniela, sobre cómo se lo diremos o se hará poco a poco, no se exactamente, pero Emma sabrá que tiene otra madre y que puede contar conmigo.

Hace dos horas estábamos en la sala del departamento de Calle discutiendo que haríamos con la nota, decidimos que lo mejor era ir con Calle pero sin que nadie lo notara. Hace 20 minutos que ella entró, estoy tan desesperada.

Calle entro a una bodega de antigüedades, al frente de ahí un parque y estoy parada en la sombra de un árbol, con un cigarrillo en la mano, la incertidumbre me está matando.

Juana y Jaramillo están en la zona de niños simulando ser una pareja con hijos, Pau sin embargo se negó rotundamente a tomarle la mano a Javier así que ella está sentada en una mesa con piezas de ajedrez, estoy segura que no tiene ni la menor idea de que es cada pieza.

Javier por otro lado está un poco apartado con un libro en la mano.

Ya ha pasado tres horas y Daniela no sale de esa dichosa bodega, si no fuera por que Pau y Juana me dijeron que si me movía me iban a dejar sin piernas, hace rato hubiese entrado.

Siento vibrar mi celular, lo saco del bolsillo de mi chaqueta.

<Vamos a entrar, ya no aguanto, se me va a desaparecer el poco trasero que tengo>. Ramirez.

Veo a Javier levantarse y asiento. Al cruzar la pista, tocó la puerta pero nadie atiende
Decidimos entrar, lo sorprendente es que habían personas de la tercera edad viendo unas jarras, relojes, entre otras cosas.

Fui al mostrador, era una señora, con unos lentes enormes que parecían dos lupas gigantescas, con la mayor de mi sonrisas le pregunté dónde estaba Daniela mencionó que no había escuchado ese nombre.

Le di una descripción, me respondió que hace horas atrás habían dos mujeres, una de ella con esa descripción y la otra no la logró ver bien pero su cabello era un color rubio contó que se fueron por la puerta de atrás.

Voltie a ver a Ramirez y el agacho la mirada, les escribí un mensaje de texto a todos y comenzamos a buscar cielo, tierra y mar, no encontramos nada de nada.

No nos quedó de otra que regresar al departamento, estaba desperada, veía a Pau pidiéndole una explicación, ella solo esquivaba la mirada.

El celular de Daniela estaba a reventar de los miles de mensajes que le enviamos pero ninguno respondió, me senté en el sillón.

Paso la noche, Estábamos todos mirándonos las caras preocupados, eran las 3 de la mañana y nadie podía dormir.

_¿Qué haré? .- susurre queriendo encontrar una solución pero nada se venía a mi mente.

Justo cuando el amanecer estaba comenzando la puerta del departamento se abrió, tenía a Juana recostada encima mío, los demás estaban en la habitación.

Volteo y logró divisar a Calle, me pare inmediatamente y la abracé.

_¿Dónde te habías metido? .- le hablé mientras la guiaba al sofá, Juana se había levantado por mi movimiento.

_Poché.- me miró .- Recuperala, llevatela lejos .- me habló.

_¿Que estas diciendo?, dime lo que sucedió, prometo estar contigo .- le susurre, la miraba y sus ojitos estaban rojos, tenía la mirada perdida.

_Mamá escribió la nota, ella solo está siguiendo las órdenes de mi papá, le rogué, le implore que me la devolviera, pero ella simplemente negó, ella no desea ayudarme, solo me llevo para que le firmara unos papeles y me negué.- me dijo.

dulce noche -Caché G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora