capítulo 13

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Pov. Calle

Había sido un día largo pero también maravilloso y aunque ahora estuviese padeciendo por estar despierta en el sofá, sentía mis ojos cerrar, estaba realmente cansada lo que me mantenía despierta era que volviera Poche para poder agradecerle.

Emma estaba en mis piernas mirando hacia la puerta con el puchero en su boca ansiosa de que su peluche apareciera.

Después de lo que creí sería una eternidad, Poche ingreso, aunque la note agitada, algo pálida, mi instinto fue pararme del sofá, con Emma en mis brazos.

_¿Te encuentras bien? .- pregunte preocupada, ella solo asentía y le devolvió a Emma su tan esperado peluche, que en realidad no era más que una tortuga con una sonrisa en lo que se podría decir era su boca.

_Lo.. siento, pero tengo... un asunto urgente que antender .- dijo en voz alta, la mire desilusionada, después del maravilloso día que tuvimos quería que se quedara, creo que leyó mis pensamientos, porque me dio en un beso en la mejilla y a mi pequeña también.- Perdón .- Paso a despedirse de Emma con la promesa de que mañana vendrá pero no estaba prestando demasiada atención, me sentía un poco dolida.

Ella solo salió por esa puerta y un dolor en mi pecho apareció, creo que confundí las cosas cuando me agarro la mano en aquel juego mecánico, esperaba poder hablar con ella al menos de ese momento.

Emma tenía una mueca, también se sintió mal hacia la repentina huida de Poché, quizá no estaba lista para ser la madre que tanto pensó que debería ser, quizá en el lapso donde salió del departamento para buscar el peluche se dio cuenta que se había equivocado realmente con todo. Una parte de mí decía que quizá Poche tenía razón y solo tenía cosas que hacer, quizá solo estaba exagerando las cosas.

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Habían pasado tres semanas, donde todo estaba mal, Poché aparecía al comenzar la tarde y se iba cuando este se terminaba, no hablábamos mucho, solo lo esencial, había tardes donde lo único que hacía era ver con admiración a Emma, le daba todo y aunque me había equivocado con que huiría nuestra relación amical o lo que parecía que deberíamos tener prácticamente se redujo a saludos que hacían dos desconocidos, realmente no quería prestarle atención, cada que venía la saludaba y solo me encerraba en mi habitación para no ver como me ignora o hace como no existiría, no sabia que había hecho mal, replanteaba todo lo que había sucedido ese día y no sabía cual era mi error aunque claro intente hablar con ella pero solo me evadia y ya estaba harta de todo esto.

estaba tan enojada conmigo misma pensando que la gran Poche cambiará su vida nocturna por mí, parecia patética ya que si lo analizaba jamás me dijo nada, solo soy la idiota que está enamorada de ella ,Pau me había dicho que tenía que tener amor propio y que no había ningún pero que valga.

La mañana había pasado demasiado rápido para mi gusto, Emma jugaba en la sala esperando la aparición de Poché, la había prometido ir a comer helado y ella estaba demasiado ilusionada.

Pero las horas pasaron y ella no llegó, ya teníamos tres horas de esperarla, no me pareció justo ver esas lágrimas, ni el puchero que formaba en su rostro.

_¿Mami? .- me susurró y corrió hacia mis brazos, sentí mi pecho mojado acausa de sus lágrimas, era realmente desgarrador escuchar el sollozo de Emma por no ver a Poché. Estaba con rabia, quería matarla pero sin embargo le sonreí a mi pequeña.

_De seguro estaba ocupada, te conté que Poche es una gran futbolista, y bueno el fútbol no es solo patear un balón, de seguro le surgió un entrenamiento o papeles, es un trabajo así como cuando mami se va en las mañanas y regresa en la tarde .-le intente explicar aunque creo que fracase, soy una pésima mentirosa.

dulce noche -Caché G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora