Después del drama (o no)

Capítulo 8: Things I'll never said

Cuando me desperté la cabeza de la princesa seguía apoyada en mis piernas, me la quedé mirando un buen rato hasta que se empezó a despertar.

-Buenos días rayo de sol.-dije mirándola.

-Buenos días ogro.-le pellizqué el brazo como contestación. -¡Ay!-me pegó en la pierna y rápidamente me levanté y la dejé tumbada en el sofá.

-¿Que haces?-me dijo cuando vio que me iba a la cocina.

-¿Que quieres para desayunar?-dije yo. Ella me dijo que nada pero yo igualmente le traje un bol de cereales.

-En serio no tengo hambre...-decía ella.

-Tienes que comer, y vas a comer.-le acerqué la cuchara a la boca, y como si fuera una niña pequeña dejó que le diera de comer.

-Quiero salir un rato...-me dijo cuando estábamos en el sofá. La miré algo confuso.

-¿Donde quieres ir?-después de decirme los 46 sitios a los cuales quería ir nos decidimos por ir a la placita. No se llama así, pero casi todo el mundo de la ciudad la ha bautizado con ese nombre.

Es como un parque grande pero sin columpios ni toboganes. Hay un lago con patos, ocas, gallinas. Pero nos iríamos a la parte de la placita donde nadie va, donde están los tres árboles más altos de la ciudad.

Cuando llegamos me senté apoyado en un árbol y ella se me acurrucó al lado.

-¿Como me encontrasteis?-preguntó ella.

-Estabas en tu habitación, ese hijo de puta te encerró con llave.-dije con rabia. -Courtney espero que sepas que cuando lo vea lo voy a matar.-pegó un respingo.

-No vas a hacer eso.-arqueé una ceja. -Ese monstruo ya me intentó arruinar la vida, no voy a dejar que haga lo mismo con la persona que mas quie... ósea contigo.-dijo. Jajajaja, sabía perfectamente lo que iba a decir.

-¿Te da miedo decir que me quieres, princesa?-me miró seria.

-Tu me cambiaste por otra, y no sabes en donde caí por culpa de eso... Yo te quier- quería, siempre quise lo mejor para ti, me hice un tatuaje contigo, ¡Viajé contigo! Pero al final acabaste usándome, como hacen todos...

Mis insntintos protege-princesa se activaron y yo solo la pegué aún más a mi pecho.

-Perdóname, te quiero...-me miró incrédula. Casi nunca le decía que la quería, no se me dan bien estas cosas. A veces simplemente pensaba que lo nuestro no era amor como tal, era algún tipo de apego o de dependencia y no quería causar eso en ella.

-Hace mucho que te perdoné Duncan. Pero no se si pueda volver a estar contigo...-sabía el daño que le había echo y también sabía que me costaría mucho tiempo arreglarlo, pero no iba a parar hasta que me perdonase, porque a pesar de todo la quiero muchísimo.

-Sé que puede que no vaya a estar contigo en mi vida.-dije serio. -Pero te voy a recompensar, te voy a ayudar a superar todo el infierno que has estado viviendo con ese...-no acabé la frase.

-No te quiero molestar...-la cogí del mentón.

-Princesa, tu nunca molestas.-me sonrió, era tan bonita cuando sonreía. -No voy a dejar que nadie nunca te vuelva a quitar esa sonrisa tan bonita que tienes.