MENTIRAS |Guerra de monstruos #1| (En edición)

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Al abrir mis ojos lo primero que note fue un techo de vigas de madera desgastadas, me levante rápidamente y con la respiración agitada
-¿Donde mierda estoy?- susurré sentándome en la cama, con miedo, salí del cuarto para explorar la casa en la que estaba, escuche un par de ruidos acompañados un ligero olor a carne quemada, fui de cuarto en cuarto buscando la salida hasta llegar a la cocina, me detuve en el marco de la puerta al ver a un joven alto con una sudadera blanca sucia de manchas oscuras, pantalones igual de sucios de color caqui con cabello negro y lo suficientemente largo para que le tapara la cara pero por sus manos pude ver que era muy pálido, casi blanco.
cuando se dio la vuelta quise salir corriendo pero no reaccionaba al ver su rostro, tenía la piel totalmente blanca, sin cejas, con unos ojos azules totalmente abiertos pero lo que más me impactó fue su boca, a cada lado de ésta tenía unos cortes hasta la mitad de sus mejillas en forma de sonrisa. Me era familiar y después de unos segundos reaccioné. Era el creepypasta de Jeff the killer.

-¡ah! ya despertaste, parece que no te di tan fuerte como creí- dijo el chico

yo no podia decir nada, estaba paralizada del miedo, tenía un nudo en la garganta y mis manos sudaban frío

-¿Todo bien?-me pregunto inclinando su cabeza mientras se acercaba a mi, aunque su boca mostraba seriedad y sus ojos algo de preocupación sincera, sus cortes a los lados lo hacían notar escalofriante
Instintivamente me hice para atrás pero tropecé con mis propios pies provocando que me cayera

-Cuidado, si algo te llega a pasar me matarán- dijo acercándose más y extendiéndome una mano para ayudarme a levantarme pero yo solo solté un grito y él rápidamente reaccionó tapándome la boca, lo mordí pero al parecer no sintió nada; me llevo a rastras al interior de la cocina, tomó un cuchillo y lo sujeto en mi cuello

-Mira estupida, no te mato porque te necesito viva, así que a no ser que quieras terminar con una sonrisa igual a la mía te recomiendo que te calles la puta boca- me amenazo mientras yo sentía el frío del metal en mi cuello, asentí mientras unas lágrimas bajaban por mis mejillas haciendo que me soltara
-Y ahora yo soy el malo- dijo recargándose en la isla que estaba en medio de la cocina
-Eres Jeff ¿no?- susurré nerviosa, me moría de miedo pero también de curiosidad
-Si- respondió tajante
-Mira, puedo llegar a comprender que tengas miedo pero pondré reglas y si las sigues ambos estaremos en una pieza para cuando vengan por ti, y si tenemos suerte nunca más nos volveremos a ver- dijo mientras me hacía una seña para que me sentara en un banco frente a él,muy cerca de donde había dejado el cuchillo con el cual me había amenazado solo unos minutos antes, algo en mi me decía que lo tomara así que me acerque titubeante y una vez me hube sentado lanzo un suspiro y empezó a hablar
-No puedes gritar, no hacer ruidos fuertes; todas las salidas están bloqueadas y la puerta principal tienen una única llave...- siguió hablando mientras yo acercaba mi mano hasta el cuchillo, mi sangre se empezó a sentir caliente y mi juicio se empezaba a nublar lentamente mientras que sentía unas ligeras punzadas en mi muñeca derecha y sin darme cuenta estaba encima de Jeff con el cuchillo en garganta
-A la mierda tus estupidas reglas ¿Donde estoy? Y ¿Por qué dijiste que me necesitabas con vida?- pregunte presionando el cuchillo contra su cuello, pude notar algo de asombro en su mirada cuando de repente escuchamos golpes en la puerta haciendo que Jeff me empujara e invirtiera los papeles
-Voy a ir a ver quien es, si intentas algo despídete de tus dientes- dijo amenazante y todo la adrenalina que antes sentía se bajo de un tirón y mi cuerpo se puso frío. Se levantó con cuchillo en mano y yo me quede de pie en la cocina, pasaron un par de minutos y el chico no regresaba así que poco a poco salí de la cocina y busqué la puerta principal, él estaba frente a esta con una caja algo grande
-¿Qué es?- titubee
-Averigüémoslo- dijo rompiendo la cinta para abrirla.