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Unos gritos me despertaron y por la luz que se veía por la pequeña ventana pude deducir que eran entre las cinco y seis de la tarde
-¿Qué mierda? ¿Acaso nadie confía en mí para llevar un simple encargo?- escuche los gritos de Jeff, ya iban varias veces que mencionaban que era un encargo pero ¿para quien? ¿Por qué era tan importante?
-Necesito ver donde esta- alcancé a escuchar otra voz, no era de Jeff ya que no era rasposa ni de Tails porque era más grave
-Esta durmieron- contestó Jeff
-Esta arriba, toma la llave- agregó Tails
-¿Pero que mierda te pasa?- le reclamó a Tails; en eso escuche como unos pasos de subían por las escaleras para aproximarse a la puerta así que me tape con la sábana para fingir que estaba dormida. Sentí el rechinar de la puerta y el pesar de una mirada sobre mí
-Pronto saldrás de este infierno en el que te metieron- escuche decir en voz, se volvio a escuchar el rechinido de la puerta al cerrarse.

Cuando estuve segura de que se habia ido me levante, estaba un poco mareada pero me sentía mejor así que baje con cuidado las escaleras en busca de un baño y para mi mala suerte Jeff, Tails y el tercer chico se encontraban ahi parados y voltearon hacia mi. El tercer chico era el que lucia más humano, era más alto que Jeff pero no tanto como Tails, tenía el cabello de color café claro que le cubría sus orejas, tenía ojos verdes y una cicatriz que atravesaba de su frente del lado izquierdo hasta su mejilla derecha
-¡Oye tu! ven aqui hay alguien a quien debes conocer- dijo jeff así que me puse al lado de tails y él apoyó su brazo en mi hombro
-Él es Liu, mi hermano- nos presentó
-Hola ¿Tú nombre es?-saludo el castaño ofreciéndome su mano
-June-salude y estrechamos manos
-Necesito un vaso con agua, Tails ¿Me ayudas?- dije y sin esperar la respuesta lo lleve del brazo hasta la cocina
-Vaya que tienes sed- se quejó una vez que estuvimos solos
-Ya van varias veces que mencionan que soy un encargo- mencione cruzando mis brazos
-Vamos niña, créeme, no quieres saberlo-dijo el ser mientras servia un vaso de agua y me lo pasaba
-No, si quiero saberlo- rechace su vaso y me senté en uno de los bancos de la cocina y él soltó un suspiro de rendición
-¿Estás segura niña?- me preguntó sentándose frente a mi
-Si- respondió inmediatamente
-Esta bien, te contaré-

MENTIRAS |Guerra de monstruos #1| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora