𝑭𝒐𝒖𝒓 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔

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Un universo alterado. Un planeta distinto al que todos conocemos. Unos seres llamados «personas». Y una sociedad perfectamente numérica.

No es casualidad, cuando todo acabó hace millones de años, los pocos humanos sobre la Tierra tomaron esta decisión. Robots. Se implantaron desde un principio con el recado de hacer vivir las almas de las personas que quedaron atrapadas en un mundo irreal que no era capaz de despertar de la mayor pesadilla a la que se había sometido.

Tan solo eran eso, robots.

Aunque tuvieran apariencia física humana. Aunque sintieran. Aunque formaran familias. Aunque muchos les llamaran «personas».

Había algo especial y singular en ellos. Cuando «nacían» se les implantaban un chip, capaz de hacerlos sentir y pensar. En ese chip se hospedaban las más estrictas de las normas, aunque algunos fueran defectuosos. Sin embargo, una de las cuáles era la más importante se denominaba «cuatro besos».

Cuatro besos.

Porque eso es lo que los jefes consideraban suficientes para amar.

Jungkook era un chico tranquilo, inteligente y respetuoso. Pero eso no le hacía menos robot. Contaba con una larga lista de notas ejemplares en la universidad, y por supuesto, contaba con muchos amigos; reales y ficticios.

Amaba el arte, así como la literatura y el cine, la naturaleza y el universo. Se podría pasar horas y horas viendo una película, leyendo un libro o tendido en el césped de cualquier parque viendo las estrellas. Amaba los superhéroes, siempre quiso ser como uno de ellos, concretamente Iron Man, aunque Taehyung, su mejor amigo, no parase de decirle que lo veía más como el chico araña.

Taehyung era real. Un chico extraño y que emanaba felicidad por cara poro de su piel. Siempre intentaba hacerle sentir «persona», aunque por mucho que lo intentara, Jungkook siempre acababa refunfuñando o con un cortocircuitos en su metálico cerebro.

De todos sus amigos ficticios, él era el que menos «humano» era. ¿La razón? Le faltaba uno de sus besos. Tan solo tenía tres en su lista. Si, tan perfecto era, pero la función de esos besos se basaba en el amor y el sentimiento total, en ser humano completamente. Yoongi hacía tan solo unos meses que había terminado por transformarse, y Namjoon llevaba alrededor de dos años siendo «humano».

Mientras tanto, ahí estaba él, en la universidad, mirándose en el espejo del baño, con su mano derecha sobre el corazón aún inactivo.

— ¿Cuándo será que funcionarás?

Y más que una pregunta susurrada, sería una petición. Pero lo iba a hacer. Iba a conseguir ponerlo en funcionamiento de la forma más especial. No tenía idea per...

Ups.

Mal, muy mal.

«Choque accidental con otra persona» Analizó rápidamente dejando de pensar al instante.

— Lo siento, ¿estás bien? —Preguntó el otro chico—. Estaba algo distraído.

Sus irreales ojos se pararon a mirarlo por unos segundos. Ojos claros, pelo gris que probablemente no sería natural, y baja estatura comparada a la de él.

— Estoy bien, ¿tú estás? —Le sonrió amable.

— Si... solo me duele algo la cabeza —Respondió el peligris riendo y restando importancia al asunto—. Ni que estuvieras hecho de metal, amigo.

La sonrisa de Jungkook se borró por unos instantes. Odiaba ser metal. Él quería ser persona, estar vivo. Y el chico bajito parece que entendió su gesto.

Four Kisses {Kookmin} OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora