Las crónicas de Narnia: El principe Caspian

Capítulo6

—al vez no era lo que se esperaban pero se saben defender —, dijo Caspian.

—Para mi está bien —, comento Catalina y Caspian le sonríe.

—Peter, Catalina, vengan a ver esto —, los llama Susan.

Catalina se suelta del brazo de Caspian, el magnífico y la leal se van con Susan.

Edmund tenia una antorcha la cual se la paso a Peter. En las paredes había dibujos de cinco niños en sus tronos, también se encuentra una mujer con su vestido de color verde, su capa igual de color verde la cual cubría su rostro.

—Nosotros —, dijo Susan.

—¿En dónde estamos? —Pregunto Lucy confundida.

—¿No lo reconocen? —Preguntó Caspian.

—La verdad no —, responde Catalina.

Caspian tomó otra antorcha, empezó a caminar por el pasillo, los Pevensie y Davis lo siguieron.

Caspian acerca la antorcha a unas brasas que se encontraban en el lado derecho, las cuales se prenden rápidamente. El fuego comienza a iluminar todo el lugar. Al frente, hay una imagen de Aslan y Catalina, en el centro estaba la mesa de piedra. La reina Catalina sintió un escalofrío que paso completamente a su espalda, recuerdo como el cuchillo le había atravesado.  Lucy se acercó a la mesa de piedra y volteó a verlos.

—Debe saber lo que hacen —, dijo la menor convencida.

—Creo que depende de nosotros —hablo Peter firme.

Todos dirigieron su mirada a la imagen de Aslan y Catalina.

..

Al día siguiente, por la mañana, un fauno estába de guardia desde lo alto del Altozano, descubre entre los arboles a un soldado de Miraz, el cuál se va en su caballo, el fauno inmediatamente va a avisar a sus majestades.

—Es solo cuestión de tiempo —, dijo Peter —. Las tropas y catapultas de Miraz ya están en camino, significa que esos hombres no protegen ese castillo.

—¿Y usted que propone majestad? —preguntó Reepicheep.

—Tenemos que planear/hay que quedarse —, hablaron Peter y Caspian a la vez. Finalmente, el joven príncipe le cede la palabra al mayor de los Pevensie.

—La única esperanza, es atacarlos primero nosotros —, dice el rubio.

—Es una locura —dice el pelinegro, —nunca nadie ha invadido ese castillo.

—Siempre hay una primera vez —, dice Peter.

—Tenemos el elemento sorpresa —, comento Trumpkin.

—Pero tenemos más ventaja en este lugar —, protesto Caspian.

—Aquí bajo tierra yo creo que lo ganaríamos—. Dice Susan apoyando a Caspian, Peter la fulmina con la mirada.

—En lo personal me siento más seguro bajo tierra —, asegura Buscatrufas.

—Oye, agradezco todo lo que has hecho pero está no es una fortaleza es una tumba —, dijo Peter.

—Sí, y los Telmarinos nos matarán de hambre si nos siguen—comentó Edmund, dando a entender que ambas ideas no son muy buenas.

—Podría juntar nueces —, dijo una ardilla.

—Claro y se las darían a los telmarinos —, dijo en tono sarcástico Reepicheep — No hables.

—¿Si, filtro las tropas? — Preguntó Peter al líder de los centauros —¿Te encargas de los guardias?