Capítulo.4

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Caspian caminaba por el bosque, con Buscatrufas (el tejón y Nikabrik (el enano) siguiéndole el paso a escondidas.

—Ya los escuché.

—Es que yo creo que debemos esperar a los Reyes y Reinas —dijo el tejón mientras salía de su escondite.

Caspian decide ignorarlo y siguió su camino.

—¡Bien! ¡Dejanos! ¡Dudo que los otros sean tan comprensivos!

—Tal vez vaya contigo, quiero verte explicar todo a los minotauros —, dijo Nikabrik.

—¿Minotauros? ¿Existen?

—Y tienen muy mal genio —, respondió Buscatrufas.

—Por no de su tamaño —, dice Nikabrik.

—Son enormes —concuerda Buscatrufas.

—¿Y los centauros? ¿Todavía existen?

—Uhm..los centauros pero lamentablemente se pondrán de tu lado, pero a saber que podrán hacer los otros.

—¿Qué me dice de Aslan y la reina Catalina? —Nikabrik y Buscatrufas paran de caminar, se miran entre ellos para después ver al príncipe.

_¿Cómo sabes de todo esto? — Pregunta Nikabrik.

—Historias —, el príncipe responde tranquilo.

—Espera un momento, ¿Tú padre te contaba historias sobre Narnia?

—No, mi profesor. Lo siento mucho, pero no deberían hacerme esas preguntas.

—De acuerdo, te podemos contar sobre la reina Catalina—, dice Nikabrik.

—Es muy poderosa de los cinco reyes, es bisnieta de Aslan, muy hermosa, tiene su lealtad muy fuerte con Narnia.

—Aún que su lealtad es muy fuerte pero aveces la ponen en riesgo. Cuando fue su reino cada rey o príncipe que llegaba al castillo de los cinco tronos a pedirle matrimonio ella los rechazaba.

—¿Es verdad, cada príncipe y rey rechazaba?

—Sí, a todos lo rechazaba, si planeas pedir matrimonio y te rechaza está la Reina Susan la segunda belleza de Narnia y segunda opción de los pretendientes cuando eran rechazados por la reina Catalina.

—¿Qué hueles? —le pregunta Nikabrik a Buscatrufas, quién  se detuvo y se puso a olfatear

—A humano.

—¿Él?

—No, ellos —, responde mirando a lo lejos a soldados Telmarinos. — ¡Corran!

—¡Ahí está!

Caspian y los dos Narnianos comenzaron a correr por sus vidas. Mientras los soldados lanzaban flechas. El príncipe y el enano las esquíban muy ágilmente, pero el pobre Buscatrufas fue herido, por una de las flechas.

Nikabrik quiso ir en ayudar a su amigo, pero Caspian lo detuvo.

—¡No! ¡Yo iré! —dijo mientras se acercaba al tejón.

El joven príncipe se agacha junto a Buscatrufas.

—¡Toma! —Le entrega el cuerno de la Reina Susan —Llevártelo, es más importante que yo —. Caspian guardo rápidamente el cuerno y vio que algunos soldados se caían de la nada.

Ni perdió el averiguar porque sucedía, tomó Buscatrufas y lo colocó por encima de su hombro y comenzó a correr. Llegó hasta dónde estaba Nikabrik y le entrega al tejón. Después sacó su espada y se preparó para enfrentarse, lo hacía caer

Las crónicas de Narnia: El principe Caspian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora