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Pasaron dos años sin sentido alguno, y lo más horrible es que renuncié a ser cantante.

Ya no soporte la situación porque no hacía nada al respecto. Así que mejor renuncié.

En el 2016 fui a otro colegio porque me cansé que me molestaban, en mi mochila me pusieron una carta de amenaza y mi mamá le dijo a la directora lo sucedido, mi mamá iba a llamar a la policía por molestarme así. (creo que no era cierto de llamar a la policía.) y yo me quería ir de ahí.

Empecé de nuevo, con timidez, con miedo a la vida, típico de mí. Estudie en el Instituto Técnico Ricaldone.

Ese año (2016) estuve sola, almorzaba sola (a veces no comía). Trabajaba sola, todo sola. En ese año tuve depresión existencial, adelgacé, y quería morir.

Me cortaba, pero no era para que sangrara, solo quería sentir dolor. (lo que si es que tengo las marcas).

Por una extraña razón encontré un grupo llamado CD9 me gusto mucho en realidad, hasta fui una coder de ellos, vi una de sus entrevistas, que decían que ellos se enamoraron de la música y no quieren parar de hacerlo, ellos se sienten como libres.

Al final comprendí que eso es lo que sentía en la música, amor y así continúe con lo mío de ser cantante.

El diario de una traineeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora