Bad Boy [Katsudeku +18]

Parte II

¡Hola!

Sé que he tardado bastante en traer la continuación y el final de esta historia pero no tenía inspiración hasta que me senté y las palabras comenzaron a fluir solas. Como recompensa por la espera es bastante largo (12 páginas de word), espero que lo disfruten. Si es así, espero sus comentarios. 

Es el primer lemon que escribo por lo que no estoy muy segura de cómo ha quedado... me cuesta bastante escribir escenas sexuales. Poco a poco espero ir mejorando. 

Espero que les guste y si es así verles dentro de poco en una nueva historia, besos <3

Izuku salió de la ducha relajado y se puso una toalla alrededor de su cuerpo. Comenzó a secarse el pelo con una toalla mientras tarareaba una canción de su grupo favorito: K-Pop.

De pronto la puerta se abrió y una gran figura entró, cerrándola de nuevo a su paso.

—¡P-Papa estoy en el baño!

—No soy tu padre —dijo con una sonrisa ladina en su rostro mientras pasaba su lengua sobre sus resecos labios.

—¿Q-Qué haces aquí? —respondió nervioso, intentando taparse lo máximo posible con la toalla mientras observaba al mayor. Estaba vestido con un traje de color negro, perfectamente alisado que se pegaba a su musculoso cuerpo. Perfecto, extremadamente guapo y sexy.

—Estoy esperando a tu padre, se está duchando en el otro baño.

—¿Y por eso tienes que estar en mi baño? —preguntó mirando fijamente a esos ojos rojizos. No se dejaría intimidar.

—¿No te hace ilusión? —preguntó con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba al menor.

Izuku retrocedió nervioso, hasta que chocó con el borde de la bañera y se sentó, apoyándose.

—Supongo que tu padre te lo habrá comentado pero vamos a estar una semana fuera por una conferencia.

—S-Sí —dijo totalmente nervioso, el mayor estaba cada vez más cerca suyo.

De pronto comenzó a acariciar la piel desnuda de su hombro lentamente, lo que causó un escalofrío en la parte baja de su espalda.

—Había pensado en darte un regalo para que esta semana no te olvides de mí, ¿qué te parece? —preguntó arrogante mientras dirigía su mirada hacia el cuerpo del menor.

—¿Q-Qué clase de regalo?

—Si lo quieres solo tienes que cerrar los ojos.

Izuku se mostraba reacio, no sabía si fiarse. Hace unos días le había rechazado y se había burlado completamente de él.

—Vamos bebé, confía en mí —dijo con voz ronca.

Izuku gimió bajito y cerró los ojos. Se oyó el cierre de un pantalón y el más pequeño suspiró ansioso. "No puede ser lo que estoy pensando" pensó.

Bakugo sonrió arrogante. Tenía al hijo de su mejor amigo sentado con los ojos cerrados esperando por su regalo. Estaba mal, era un maldito enfermo pero no podía parar. Ese niño le volvía loco.

Sacó su miembro, que estaba ya duro, y lo acercó al menor. Golpeó las mejillas de su cara, observando orgulloso como se retorcía.

—Abre la boquita bebé, te gustará.

El menor no dudó ni un instante. "Me encanta" pensó Bakugo acercando su miembro a la boca del chico.

—Estoy justo enfrente de ti bebé. Saca la lengua —dijo demandante. Izuku comenzó con suaves lamidas sobre su polla que fueron incrementando la velocidad conforme los gemidos del mayor llenaban el cubículo. Sonrió, lo estaba haciendo bien.