Capítulo uno: Reencuentro

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***Desde aquí la historia será contada desde el punto de vista de Aly, pero en momento real. NO SE LO ESTÁ CONTANDO AL DIARIO. ***

Maritza toca mi puerta. Pero como ella no es una persona normal la tiene que golpear tan fuerte para que todo el vecindario se entere.

- ¡Aly, cariño, despierta!- sigue tocando la puerta frenéticamente.

Realmente no se como puede ser mi madre.

-mamá, ya te escuché yo y todos los vecinos-

-¡que exagerada eres!-

-mamá , ¡¿podrias dejar de gritar?! -

-solo levantate y desayuna. - dijo. Y deje de escuchar su odiosa voz.

¡Aleluya!

Me baño lo más lento posible, ya que mami odia que me tarde en la ducha y malgaste agua. Dice que el agua esta en escases y que hay que ahorrarla para que no se acabe. Pero estoy segurísima que es para no pagar tanto dinero de agua. Y despúes los adultos preguntan de donde aprendemos a mentir.

Llegue a la cocina y no había nada preparado.

Esa es su venganza por haberme tardado tanto en la ducha. Todos los días nos vengamos de nuestras maldades. No se cuando dejaremos de hacerlo.

Ya que tengo 16 años, puedo manejar un carro. Esta viejito, pero funciona.

Llego a la escuela y se me olvidó despedirme de mi madre. Rayos. Ahora si que se va a molestar conmigo. Mientras le envio el mensaje disculpándome y despidiéndome, siento que alguien me mira. ¿Desde cuando alguien se digan a mirarme?

Oh Dios, necesito terapia psicológica.

-hola- dijo alguien .

Levante la vista y miré quien era que me estaba hablando.

Dios, esto no es real. Quiero que alguien me muerda . Este es el fin del mundo.

-¿hola?- contesté, todavía sin creer quien me estaba hablando.

-tanto tiempo sin vernos...- como no contesté nada, siguió hablando.- ¿Cómo estas?- preguntó algo nervioso.

Pensé mi contestación. Él estaba alfrente de mi. Michael. Él que me humilló y destrosó mi corazón. ¿Qué le podía contestar? ¿Bien? ¿Mal? No se. Y esa fue mi respuesta por mas estúpido que parezca.

-ah, que mal...- todavia me mira de una forma un poco asustado. Creo. - ¿Quieres almorzar conmigo? ... digo, si quieres.

-ahh, claro.- dije y no se como me pudieron salir las palabras.

-ok. Vamos. ¿Donde quieres almorzar? - preguntó.

-donde tu quieras.- no se porque rayos dije eso, si realmente queria ir a Subway.

-¿Qué crees si vamos a Subway?- no. ¡Él se ha convertido en advino!

Ya me da miedo.

-ok. Vamos.- y le sonreí

En el camino no dijimos ni una sola palabra. Me bajé del auto. Él muy caballerosamente me abrió la puerta.

Pedimos la comida. Comimos Allí mismo, pero mientras comíamos hablamos sobre nuestras vidas.

Realmente me quería ir de allí. Me sentía incómoda. Él seguía hablándome, sin embargo noble preste atención a lo que decía.

Agradecí que se ofreciera a llevarme a casa. Me despedí con un saludo de mano, pero el me sujetó fuerte y me atrajo hacía él. Yo estaba demasiado nerviosa para decir alguna palabra. Solo me limité a mirarlo. Él por fin rompió el incómodo momento.

-que tengas un lindo día, cariño- me sonrió pícaramente.

Ahora si logré bajarme de su auto. Y entré a la casa. No había nadie allí. Así que entré a mi habitación y consulté con mi diario lo que había ocurrido hace un rato.

Nadie es perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora